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El huerto familiar constituye un proyecto que no solamente puede ayudar a la economía familiar, sino que además sirve para unirla. Durante los fines de semana, los padres pueden participar con sus hijos en esta actividad sana y divertida. Los niños, especialmente en áreas urbanas y suburbanas, gozarán mucho de sus tareas en el huerto y del orgullo que sienten al sembrar una semilla, verla crecer, cosechar y comer el producto. Si en casa hay adultos mayores, se podrán integrar a una actividad familiar que les ayudará a ejercitarse y convivir de una manera diferente con sus allegados.
Cuando toda la familia participa en el huerto durante sus ratos libres, el trabajo no será pesado, sino más bien una diversión.
Como huerto familiar se puede definir a una parte del terreno de la casa, bien sea en el patio o jardín, que puede ser habilitado para la siembra de hortalizas de consumo diario para la familia.
Las hortalizas son plantas pequeñas, delicadas y suculentas, de rápido crecimiento. La mayoría de ellas se cosechan entre uno y cinco meses. Estas plantas son muy importantes en la alimentación debido a su alto valor nutritivo, principalmente en vitaminas; de aquí la importancia de tener un huerto familiar que permita obtener productos frescos y de mejor calidad que los adquiridos en el mercado, además de contribuir con el ahorro familiar.
En algunos solares se puede destinar una pequeña parte al cultivo de un pequeño huerto que proveerá de frutas, hortalizas, legumbres y plantas medicinales a toda la familia durante todo el año o por varios meses del año. No es necesario disponer de una gran parcela para lograr abastecer de verduras y hortalizas a una familia de cuatro personas. Será suficiente con un pequeño espacio de alrededor de 100 metros cuadrados, aunque con 50 puede obtenerse una elevada producción.
Incluso se puede diseñar el huerto familiar para que se generen excedentes de los productos cultivados y cosechados, los que al venderse ayuden a mejorar los ingresos de la familia y así solventar algunos gastos básicos como los de salud, educación, recreación y otros.
Los huertos familiares deben planearse adecuadamente, tomando en cuenta las necesidades y gustos alimenticios de la familia y hacer el mejor uso del espacio y del tiempo. Un huerto bien planeado rinde tres o cuatro veces más que otro del mismo tamaño al que se dedique el mismo o mayor esfuerzo.
Si la intención es abastecer de hortalizas para el consumo familiar, puede bastar con 40 a 50m2. En esta superficie se pueden plantar tomates, calabacitas, coles, lechugas, zanahorias y aquellos vegetales que se den de mejor manera en la región. Se pueden seguir los dos pasos básicos siguientes:
Paso 1: Conocer el huerto familiar que se desea.
Estar seguro de que la familia tiene una idea correcta de la estructura y funciones principales para crear su huerto familiar. Hacer un plano del huerto ayudará a visualizar cuáles son sus características y qué se puede obtener.
Paso 2: Formular objetivos
Para formular objetivos es indispensable identificar los mayores problemas y dificultades, como por ejemplo: suelo pobre, riego insuficiente, ingreso de animales a la zona de cultivos y otros, los mismos que deben ser solucionados de la mejor manera.
Una serie de ideas para formular objetivos se presentan en el siguiente listado. Se recomienda mantener la lista corta al principio y asegurarse que ésta incluya información con respecto a la alimentación de la familia. Con posterioridad se pueden añadir otros objetivos que sean necesarios para el mejoramiento del huerto familiar.
Ventajas de un huerto familiar
•Mejora y diversifica la producción de alimentos
•Satisface las necesidades nutricionales diarias de la familia
•Es de fácil manejo
•Elimina plagas y malezas
•Reduce los desperdicios
•Asegura una utilización correcta de toda el área
Para planear la productividad de su huerto familiar es necesario realizar un análisis muy objetivo de: clima, tipo de suelo, disponibilidad de agua, tiempo y mano de obra disponible.
Les recomiendo que busquen en internet información sobre huertos y granjas familiares. Con el buscador Google se puede encontrar información excelente y muy práctica de cómo planear y realizar un huerto familiar.
Si un buen número de las personas que vivimos en zonas urbanas y suburbanas utilizáramos los patios para sembrar un huerto familiar, sería posible hasta crear un microclima que ayudaría a evitar, de manera muy local, los efectos de los cambios climáticos a nivel global, al utilizar el suelo para crear áreas verdes y evitar que se siga encementando toda nuestra ciudad.
