La inversión extranjera en México

Hace unos días, la Secretaría de Economía presentó los datos sobre inversión extranjera directa (IED) en México para el primer semestre de este año. Estas cifras, por demás interesantes, nos permiten la bondad de hacer un análisis un poco más profundo del movimiento de los capitales al interior de nuestra economía.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, de enero a junio de 2007, México había captado IED por 13.2 mil millones de dólares. De este monto 9.4 estaban ya enterados oficialmente y se estima que han ingresado otros 3.8 mil millones que aún no son registrados ante la propia Secretaría.

El ingreso de capitales ha sido tan dinámico en este primer semestre, que no se había observado un comportamiento similar desde el año 2001, por lo que las expectativas para el cierre son alentadoras.

Los dos sectores que predominan en la atracción de la inversión son la industria manufacturera, particularmente las industrias ligadas a las actividades metalmecánica y automotriz, quienes reciben el 44 por ciento de la inversión, así como los servicios financieros, sector en donde se ubica el 29 por ciento de la inversión extranjera directa que ha ingresado al país este año.

No es casualidad que sean justamente estos sectores los que muestren el desempeño más dinámico en la economía mexicana.

Por otro lado, la inversión sigue concentrándose por mucho, en el Distrito Federal. Tan sólo la ciudad capital del país recibe más del 60 por ciento del total de la IED registrada para este año.

En segundo lugar, pero muy lejano, se encuentra el estado de Nuevo León, entidad que recibe el 11.8 por ciento de la inversión. Más alejados están Chihuahua yMorelos, con poco más del 5 por ciento cada uno. El resto de la inversión se diluye a lo largo y ancho del país.

Los datos anteriores nos permiten reconocer que México sigue siendo atractivo para los capitales internacionales. Estos recursos contribuyen a mantener la dinámica positiva en el desempeño económico y el equilibrio en el sector externo.

Es importante sin embargo considerar elementos de diversificación, que nos permitan por un lado, la llegada de recursos a diferentes zonas geográficas del país, en donde también se requieren capitales para generar empleo y una mayor oferta de bienes y servicios.

Por el otro, es importante promover otros sectores económicos en donde la IED pueda llegar a complementar los esfuerzos para la generación de unidades regionales con vocación productiva definida. Esto sin duda, seguirá redundando en beneficios para nuestra economía. Fuente: Siempre!