Médicos que salvan niños
Francisco González Bolón
Lunes 08 de Marzo de 2010

Cuando el doctor Elier Loya Campuzano realizó, el 23 de diciembre de 1995, la primera cirugía a corazón abierto a un niño de cuatro años, jamás imaginó la trascendencia de su tarea.

Hoy en día, en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), del Seguro Social, se practican, como en 2009, unas mil operaciones anuales a infantes nacidos con enfermedades congénitas del corazón.

El doctor Carlos Montiel Castillo, jefe de la División Pediátrica y Servicios de Cardiocirugía de la UMAE, indicó que, encabezado por los doctores Loya Campuzano y Julio César Bojórquez Ramírez, se cuenta con un equipo de primer nivel para estas cirugías.

La cardiocirugía pediátrica, refirió, es una de las especialidades médicas más complejas, de tal manera que de 600 cirujanos del país, sólo 12 se dedican a operar niños con males cardíacos.

Y de ellos, dos se localizan en la UMAE de Obregón que atiende a pacientes de Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur e incluso algunos de Chihuahua en ocasiones, destacó.


Complejas

Las cardiologías pueden ser tan complejas, sostuvo, que un solo paciente puede tener hasta cinco defectos, de tal forma que de 155 niños operados en 2009, en realidad se llegó a mil cirugías en total.

Se realizaron 115 operaciones a corazón abierto, es decir de enfermedades como comunicación intraventricular, comunicación intraauricular, teatrología de fallot, canal auriventricular completo y transposición de grandes vasos.

Y otras 63 cirugías correspondieron a persistencias de conducto arterioso, fístulas sistémicas pulmonares, colocación de marcapasos o sangrados postquirúrgicos, detalló.

Los integrantes del equipo médico se sienten orgullosos de sus logros anuales, expuso, porque en otros hospitales, aún con mayor número de cirujanos, envían a Obregón a sus pacientes.

“Y es que la gran mayoría de los médicos prefiere operar a adultos y no a niños porque en esa edad se corren más riesgos y hay mayor índice de mortalidad y morbilidad”, aseguró.


Hasta seis defectos

Durante los últimos 20 años, refirió, al menos tres mil pacientes han sido atendidos pues se estima que por cada mil niños que nacen, tres de ellos traen problemas cardíacos congénitos.

Algunos pequeños nacen hasta con seis diferentes defectos cardíacos, algunos tan severos que han tenido que ser intervenidos en la primera semana de vida, lo cual es muy riesgoso, puntualizó.

Para fortuna de las madres que son atendidas desde su primer mes de embarazo, dijo, mediante nuevos tecnologías como la de los ecocardiogramas fetales se puede dar seguimiento a la evolución del feto.

Y si se detecta alguna anomalía durante ese proceso, se pueden realizar oportunamente los diagnósticos e incluso las cirugías necesarias para evitar más complicaciones a los pequeños, refirió.

Cuando no se logra detectar este tipo de males, indicó, la mitad de los niños muere al nacer o bien durante sus primeros meses de vida, de ahí la importancia de que las embarazadas acudan con sus médicos durante el embarazo.

Lista de espera

De los niños que sobreviven, un 25% mediante un diagnóstico oportuno no requieren de intervención quirúrgica, planteó, debido al cierre espontáneo del problema.

En tanto, un 30% de esos pacientes requiere de alguna operación, puntualizó.

Aunque hace unos cinco años había una lista de espera de al menos 300 niños, informó, hoy en día son 105 pero de cualquier manera se necesita que otros centros médicos entren en operación en otros estados para que así no tarden mucho en ser intervenidos.

“A veces se tiene que diferir una operación porque llega un paciente más grave que el ya listo para intervenir.

“Y aunque eso causa molestia en los familiares, deben entender que no es por desidia sino porque cada operación se tarda a veces hasta ocho horas debido a su complejidad”, citó.

Por fortuna, los médicos de la UMAE de Obregón cuentan con la habilidad, la destreza, los conocimientos, la experiencia y sobre todo la vocación y sentido profesional que han permitido a muchos niños sobrevivir a pesar de sus males cardíacos.

“Aquí se requiere de entrega total y nuestro equipo multidisciplinario la tiene, por ello estamos orgullosos de quienes lo integran”, citó.


No hay causas definidas

No hay factor de riesgo predominante en la presencia de enfermedades cardiacas de un niño al nacer, indicó el doctor Elier Loya Campuzano.

El cardiocirujano pediátrico de la UMAE del IMSS indicó que en un 50% de los pacientes no se detecta una causa específica, en tanto que otros adquieren los males del corazón por herencia, como la mala comunicación interauricular.

Otros niños las desarrollan por infecciones de su madre durante el primer trimestre del embarazo, ya sea por rubeola, varicela o sarampión, indicó.

Otro factor de riesgo, dijo, puede ser el uso de medicamentos prohibidos o drogas durante el embarazo.

 
 

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