Iba tras el Seguro Popular pero al volver atrás vio que su casa se estaba incendiando.

Luz Elena Rodríguez de Gerardo apenas iba a subirse al camión la mañana de este martes cuando le avisaron que su vivienda estaba en llamas.                                

Asustada, se regresó y para su fortuna había dejado a sus pequeños Jesús Mauricio, de cinco años, e Iván Arturo, de seis, en casa de su madre, a escasa distancia de la suya, en el bordo del canal Bajo y Tetabiate.
 
La más grandecita, Selena, de nueve años, estaba en la escuela primaria “Obregón 50” a salvo también, pero el fuego ya había consumido prácticamente todas sus modestas pertenencias.

El fuego se originó, de acuerdo a los primeros reportes de los bomberos, tal vez por una vela que cayó sobre ropa u otro material y se extendió rápidamente.

Usaban velas, afirma, porque desde antes de navidad la Comisión Federal de Electricidad le había cortado el servicio de energía eléctrica.

El adeudo de tres mil 400 pesos lo iban pagando poco a poco, enfatiza, pero de todos modos la CFE retiró hasta el medidor sin contemplación alguna.                               
                                                                
Como está embarazada, sostiene, se desesperaba porque su marido, Germán Gerardo García, de oficio albañil, había estado sin trabajo varios meses.

Y aunque hacía una semana él había conseguido una chamba, por lo cual los niños estaban felices porque ya tenían algo más para comer, había decidido inscribirse al programa federal del Seguro Popular.

Pero ya no pudo llegar a las oficinas de la Cuarta Jurisdicción Sanitaria porque, al voltear atrás, su casa se estaba incendiando.

Personal del DIF Cajeme acudió al lugar y le prometió apoyo pero la familia Gerardo Rodríguez necesita del auxilio de toda la comunidad cajemense para hacer frente a esta tragedia.

“Afortunadamente fue cosa material lo perdido”, sostiene, “y eso como se quiera se recupera. Lo importante es que estamos vivos”.