Hace unos días se realizó merecidamente un homenaje, “En vivo”, me refiero estando el homenajeado Vivo. Normalmente se hacen después de muertos.                                

Más adelante les contaré quién.

Corría el año 57, el terrible “Chato” deambulaba en sus universos de aventuras, buscando sobrevivir como meta primaria. Estaba en Guadalajara, vivía, como siempre de la gracia de Dios, a un lado del Cine Obregón y cuando se le cerraron las puertas por inquieto, vivió donde pudo y sobrevivió.

Su herencia la música, lo más próximo, el canto. Se paseaba por la avenida independencia, por el café de los Hermanos Reyes y otros, donde se podía encontrar a los miembros de la famosa Rondalla Tapatía, en grupos de tríos, cuartetos, duetos y solistas, ahí el mentado chato” era el anzuelo, a las parejas en el café, les ofrecía cantarles una canción, y aceptada la opción traía un trio para acompañarlo, una canción, una propina y el trio se quedaba.

El tal “Chato” no lo hacía mal, tan es así, que un productor de un programa televisivo “Variedades de tv” en 1957, lo contrató para ser acompañado por un trio, algunos decían que tenía el estilo de Marco Antonio Muñiz, quién hacía unos años se había marchado al D.F con un trio. Pero un día, desvelado, en cámara, acción, se le olvidó la canción a la mitad… y debut y despedida, huyó por vergüenza, finalizando su primera carrera televisiva a los 9 años.

En relación:  Marco Antonio era el ídolo y lo sería por siempre de los cantantes de la época y por siempre, entre ellos “El Chato”.

De sus canciones en trio, inolvidables: “Franqueza”, “Amor perdido”, “Tú me acostumbraste”, “Historia de un amor”, “Estoy perdido”, “La enramada” y “Regálame esta noche” entre otras, y de su caudal como solista ni hablar: “Escándalo”, “Primavera”, “Luz y Sombra”, “ De lo que te has perdido” y ciento de éxitos más con Orquestas, tríos, pianistas, una carrera excepcional que lo convirtió en el “Lujo de México”.

Hace unos días, se realizó en el Auditorio Nacional el merecido homenaje a quien a través de 70 años nos ha dejado un legado de nostalgia que nos remonta al romanticismo perdido en el apabullante mundo del narco corrido, tumbados y el insufrible reguetón.

En la fiesta del añorado romanticismo, se dieron cita diferentes artistas quienes de seguro fueron influenciados, no solo en el estilo musical interpretativo de agasajado, sino también de su profesionalismo y bonhomía.

El agradecido elenco dirigido y presentado por “Coke” Muñiz y Verónica Castro fue de primera:  Carlos Cuevas, Pedro Fernández, Emmanuel y Mijares, Francisco Céspedes, Tania Libertad, Ednita Nazario, Raúl Di Blasio y Gilberto Santa Rosa. Sus hijos Antonio, Rodolfo y su nieto Axel, junto a  ”Coke” mostraron la herencia familiar.

 Sony Music, sello discográfico del cantante por 70 años, lo reconoció por 50 álbumes grabados, 600 canciones y 268 millones de reproducciones en plataformas digitales.

La Sociedad de autores y Compositores a manos de Martín Urieta le dio un reconocimiento especial como intérprete.

La velada fue esplendorosa, con sus grandes éxitos en diferentes voces, y cumplió su fin, homenajear en vida a un “Lujo” de México, una leyenda nacional en su ramo.

La despedida, con la presencia del homenajeado, fue apoteótica, el público de pie, lágrimas, besos al aire, comulgando suspiros, ante el fondo musical en coro de “Por amor”, Marco, con lágrimas en los ojos, abrazó los espacios, mandó su corazón agradecido y el público asistente lo recibió como maná del cielo musical y sus recuerdos.

Gracias Marco, por los bellos momentos. Es Cuanto