Voy a votar porque es un derecho que estaba vedado al pueblo, y ésta oportunidad en particular de que el pueblo escoja a quienes aplican la justicia era algo esperado, merecido y justo, y por tal hecho, tener el recurso de exigir el buen desempeño de los electos, a la vez, el ejercicio nos permite ser parte de un perfeccionamiento paulatino de madurez electoral, que tendrá como resultado eximir el compromiso de los electos, con los grupos del poder económico, político o delincuencial, al ser resultados de una voluntad popular.
Se que en este ejercicio el pueblo puede equivocarse, para algunos intelectuales todavía no tenemos la educación cívica de asumirnos responsables para tal ejercicio, más también sé que el uso de este derecho es una responsabilidad que tendrá de madurar con los años, aún equivocándonos.
Sé que este derecho concedido por la reciente reforma judicial no tendrá la contundencia requerida en el primer intento, pero aun así, el pueblo debe de participar, porque con ello acepta responsablemente la madurez de elegir, ¿no se pensaba igual en los cincuentas cuando se concedió el voto a la mujer? ¿No se pensaba que era un ejercicio innecesario? sin embargo, la participación de este importante sector con los años y en la actualidad, nos permite tener una presidenta en la primera magistratura electa por mayoría, ministras, senadoras, gobernadoras, diputadas, presidentas municipales. ¿en dónde está, hoy, el miedo al cambio?
El temor de la derecha, la ultraderecha, es la pérdida de canonjías, prebendas y preferencias a intereses particulares, a este sector, no les interesa que el pueblo elija a jueces, magistrados y ministros, les “aterra” que el pueblo se politice, que reclame y ejerza su poder para cambiar y escoger el tipo de gobierno de su preferencia, y por consecuencia, que la mayoría decida en ejercicio electoral, el derecho que marca en la constitución el artículo 39.
Sé que la elección será un mazacote, pero, aun así, participaré con actitud cívica positiva, porque aceptaré una responsabilidad que no tenía, lo aceptaré como un nuevo desafío cívico que en conjunto social ejerceremos y maduraremos por el bien de México, si no es ahora, con el tiempo.
Seremos, aun en la inmadurez, el único pueblo en el mundo en intentar elegir a nuestro sistema judicial federal, un gran compromiso, aún con la fallas que se puedan presentar ¡Hay que participar!
Según mi punto de vista, debió cambiarse en elección popular primero, los ministros y los magistrados del tribunal de disciplina judicial, y que estos hicieran reglamentos para examinar los expedientes de los tres mil jueces, magistrados, y ratificar los que pasaran determinadas pruebas de honestidad y profesionalismo, además, hacerse cargo de la carrera judicial para vigilar que los mejores concursen sin compromisos, sin recomendaciones o parentescos de alcurnia jurídica, por las vacantes que se presenten, eso, para mí hubiera sido lo ideal.
Sé que no todos en el poder judicial federal o local son corruptos, nepóticos, conozco muchos “que pasan el pantano y no se manchan” pero otros, por entrar a una de las castas privilegiadas del país, adquieren compromisos que muchas veces son perjudiciales al pueblo. A esos que esperan en cárcel impacientemente la sentencia que no compra lo expedito y demás historias.
Total, asistiré a ejercer mi voto junto con mi familia, y si es necesario hacer mi acordeón lo haré, porque aún en la tómbola neuronal, el “Tin, Marín de dos pingue” es mejor en muchos aspectos, a un sistema judicial en entredicho, contaminado por el contubernio, como se ha mostrado vergonzosamente en el último año, con el “Piñazo” 6 x 8, ministros que han permitido que bandidos salgan impunes de las cárceles, permitiendo también que bribones no paguen impuestos, (ni en abonos chiquitos) dinero que mucho le hace falta al pueblo de México.
Con este ejercicio tenemos la oportunidad de que esas prácticas desaparezcan, aún si es poco a poco, es ganancia. No lo desaprovechemos.
Si me preguntan si tengo algún candidato en especial para recomendar, sí lo tengo previa auscultación minuciosa, lo es un licenciado con extenso trabajo judicial, honestidad y capacidad probada en todos sus ejercicios, me refiero al Lic. Pavel H Núñez. el participa como candidato a magistrado por el distrito 2 (sur de Sonora) en la boleta ROSA con el número 15, apuesto el resto.
Por supuesto usted puede votar libremente por quién usted quiera, el abanico es extenso y profesional.
Yo con Pavel: Boleta Rosa Número 15
Iré a votar como ciudadano consciente de su responsabilidad cívica electoral, si usted no lo hace, no será para mí traidor a la patria, tal vez lo será para el futuro de sus nietos. Es Cuanto