En 2024, el gobierno asignó 25 millones de dólares (alrededor de 490 millones de pesos) para la instalación de paneles solares sobre canales de riego en California, Oregon, Utah y Arizona. El proyecto tiene un doble propósito: acelerar la transición a fuentes de energía renovables y reducir la pérdida de agua por evaporación en zonas afectadas por la sequía.
El portal Ecoticias informó que la principal ventaja de la instalación de paneles fotovoltaicos en canales de riesgo es el ahorro de agua, pues estos actúan como una capa de sombra que reduce la evaporación y protegen el limitado suministro en época de sequía. Se espera de la planta piloto de Turlock una generación anual de 1.3 GW/h de electricidad. Esto ayudaría al estado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para el 2030.
Estados Unidos ya está barajando proyectos mucho más grandes, como el del canal Delta- Mendota, también en California, donde usarán paneles solares flotantes. También está el proyecto Layton, en Utah, donde utilizarán estructuras elevadas para instalar módulos fotovoltaicos, cuya sombra se estima que ayude a ahorrar 3.7 millones de litros de agua al año.
El país americano no es el primero en usar esta técnica. En 2020, India fue pionero al instalar paneles fotovoltaicos en vías fluviales de regiones como Gujarat, que cuenta con 80,000 canales de riego. El proyecto no solo demostró ayudar a ahorrar agua y generar electricidad. También evitó el uso de grandes extensiones de tierra cultivable para la instalación de paneles solares.
Con todo, aún queda investigar más a fondo cómo esta técnica afecta a los ecosistemas acuáticos. Un estudio de la Universidad de Cornell reveló que los gases de efecto invernadero eran 27% mayores en estanques cuya superficie estaba cubierta hasta el 70% por paneles solares. Según dicha investigación, esto podría afectar los ecosistemas y alterar procesos como la descomposición y la actividad microbiana. icultura estadounidense.