De acuerdo con estimaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entre 30% y 40% del agua potable se pierde en el trayecto desde su captación hasta el grifo de los hogares.
Para romper ese ciclo, una nueva tecnología desarrollada en Israel busca abrirse paso en México. “Esta solución permite sellar todas las fugas, visibles o no, desde el interior de las tuberías, sin excavar ni romper pavimento”, explica Víctor Palencia, director de Relap, la empresa que trajo al país este sistema.
Así funciona el sistema
Hasta ahora, la reparación de estas fugas sigue un esquema clásico: alguien detecta una pérdida de agua visible, una cuadrilla acude, excava la calle, encuentra el punto roto y lo tapa. Además de las complejidades en la obra en sí y todo lo que implica excavar para reparar, lo que dificulta el protocolo es la detección de las fugas, ya que solo el 10% son visibles; es decir, que la mayoría de las fugas permanece oculta y sin atender hasta que provoca socavones u otro tipo de afectaciones.
Con el sistema israelí se prevé una reducción en tiempo y costo de reparación de fugas. Relap ya realizó intervenciones en la colonia El Molino, en León, Guanajuato, donde se intervinieron más de 4,000 metros de red en pocos días.
De acuerdo con Víctor Palencia, en una colonia promedio, con 4,000 o 5,000 metros de tubería, se puede terminar el trabajo en dos semanas con una reparación de hasta 500 metros diarios con varias cuadrillas.
La técnica consiste en aislar un tramo de la red de hasta 500 metros mediante las válvulas existentes que dividen las colonias en sectores hidráulicos. Una vez aislado, se vacía el agua de ese segmento y se introduce un compuesto líquido sellador que viaja por el interior de la tubería.
Este compuesto, desarrollado por la empresa israelí Curapipe , detecta diferencias de presión dentro del tubo: cuando hay una fuga, por pequeña que sea, el compuesto se introduce en ella y se adhiere a las paredes lo que forma un tapón flexible pero resistente, sin afectar el flujo ni las derivaciones domiciliarias.
“No tapa conexiones, no inutiliza válvulas. Simplemente encuentra las fugas y las sella desde adentro. Es como una resina inteligente que va leyendo el tubo”, dice Víctor Palencia.
El sellado tiene garantía de al menos 10 años, comprobada en laboratorios internacionales mediante pruebas de presión equivalentes a una década de uso real.
A diferencia de otras tecnologías similares, como las mangas que se expanden dentro de las tuberías, este sistema no anula conexiones ni requiere cortar el servicio por días, dice el vocero de la empresa.
El sistema es compatible con tuberías de entre dos y ocho pulgadas de diámetro (en la Ciudad de México el diámetro es de entre 3 y 6.5), sin importar el material: PVC, acero, polietileno de alta densidad, hierro dúctil o incluso asbesto. Funciona con cualquier tipo de unión (roscadas, mecánicas, termofusionadas o con bridas).
Víctor Palencia asegura que esta alternativa cuesta entre un 30% y 40% del valor de sustituir la misma longitud de tubería.
Lo que no sustituye es la rehabilitación completa en tuberías colapsadas. En esos casos el reemplazo es necesario.