Los aguaceros torrenciales que se esperaban por el paso de la tormenta "Nora" en Cajeme, nunca llegaron. Tan sólo una tímida lluviecita que cayó el lunes por la noche y para suerte de automovilistas y funcionarios no tuvo impacto en las calles de la ciudad.

Desde su aparición en el Océano Pacífico y con el pronóstico de una trayectoria junto a las costas de Sinaloa y Sonora, "Nora" prometía las copiosas precipitaciones pluviales que acompañan a los huracanes.

Pese a los daños que ocasionan estos fenómenos meteorológicos, su aportación de agua a los sistemas de presas siempre es benéfico y más aún cuando tierra adentro se está en una período de sequía que ya dura varios años.

Pero el huracán perdió fuerza, se transformó en tormenta tropical al llegar a Mazatlán y llegó a Sonora prácticamente degradándose a sólo una depresión atmosférica que pronto ha desaparecido.

En algunos municipios del sur de Sonora se registraron lluvias importantes, no así en Cajeme que ahora está a la espera de un nuevo cicloncito para recompensar los estragos de la sequía.

Hoy martes la imagen de satélite presentada aquí muestra una mancha nubosa con  un núcleo de lluvia (color rojo) que no alcanza a Cajeme, si acaso apenas logrará rozar a Empalme y Guaymas.

Como dirían los clásicos: "Nora" trajo a Cajeme un agua-cero.