Sin excepción en todos los puntos de venta de cerveza que se abrieron este día al público se formaron largas filas de personas que sin importarles los riesgos de contagios de covid-19 pasaron varias horas en espera de su turno para comprar.

Lo mismo en las colonias como en el centro de la ciudad los puntos de venta parecían la antesala de una fiesta que se preparaba para la noche de este sábado.

En el exterior de un expendio ubicado en calle 200 casi esquina con Tabasco la larga fila hacía parecer como si la cerveza se estuviera regalando.

"Más bien parece que allí tienen la vacuna del coronavirus", dijo un transeúnte.

Pero tal vez la vacuna no los hubiera motivado a pasar varias horas bajo el sol para esperar la ansiada adquisición.

Por supuesto que nadie compró un simple six, no, la mayoría de los consumidores salían con una "charola de 24", cuando menos.

Y no eran sólo hombres, también había muchas mujeres e incluso algunas sin cubrebocas igual que los hombres. Todo se justificó con tal de asegurar la pisteada de este sábado y olvidarse así aunque sea por unas horas del tema coronavirus.