Al no poder controlar la presión o carga de trabajo, una persona puede caer en depresión, adivritó Anastasio Zamudio Reyes, médico operativo de Medicina del Trabajo de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 37.

“Lo más grave o secuelas que puedan resultar de esto son dos síndromes, los más frecuentes, uno es el Burnout, agotarse por el trabajo, quemarse y el otro es el Mobbing o acoso laboral”, explicó.

Detalló que el Mobbing inicia cuando un grupo de personas o una sola hace hasta lo imposible para que su compañero de trabajo no se sienta bien, situación que se puede comparar con el bullying a menores, ‘el mecanismo es el mismo, es todos contra uno’.

Zamudio Reyes afirmó que esa práctica es muy común dentro de las empresas y aclaró que, en cuanto al síndrome Burnout, comprenden varias situaciones, desde las características del trabajo, de organización y del ser humano.

“Cuando el ser humano no tiene la capacidad de cubrir la demanda laboral que tiene, entonces empieza a caer en distrés, si este distrés es crónico y estamos hablando de años con la misma situación y que no logra cubrir esa capacidad, entonces puede caer en un Burnout, ese estado se da cuando una persona sufre una despersonalización, es decir, antes era muy dócil, feliz, alegre y ahora cambia completamente, se torna agresivo, se empieza a aislar de la demás gente, esas son las características más comunes”, reveló.