La posibilidd de presionar a través del Congreso local para que a Cajeme se le asignen presupuestos justos, se reduce al quitarle una diputación de las cuatro a las que tenía derecho, afirmó Gustavo Almada Bórquez.

La redistritación impuesta por el Instituto Nacional Electoral (INE) trasladó el Distrito XVIII de Cajeme a Hermosillo con el apoyo de los diputados del PRI y el PAN, quienes actuaron acatando la línea de sus partidos, añadió el empresario y excandidato a la presidencia municipal.

"Cajeme se encuentra en el abandono, con problemas de presupuesto desde el gobierno de Eduardo Bours y después con Guillermo Padrés, igual con el gobierno de Pavlovich, es un presupuesto estático que será más difícil cambiar con un diputado menos en el Congreso", comentó.

Con esta decisión, dijo, ganan los partidos de siempre, PRI y PAN, ganan los políticos y pierden los ciudadanos.

Los diputados que hoy representan a Cajeme, cinco del PRI, no han hecho ninguna diferencia porque están alineados al Gobierno del Estado, sólo obedecen órdenes de su partido mientras aquí se agudizan problemas como el de la inseguridad, expresó.

Por otra parte hay una tendencia propiciada por las cúpulas del partido del diputado federal Abel Murrieta quienes no quieren que lleguen recursos de la Federación a Cajeme y eso agudiza la ineficiencia de los diputados locales, puntualizó.