Hasta hoy no he conocido ningún diputado bueno, dice Elena Poniatowska.
Frente a ella, los cuatro diputados locales de Cajeme ríen, como lo hace el resto del público congregado en el auditorio de la Universidad Tecnológica del Sur de Sonora (UTS).
"Cómo es posible que pueda ser buena una persona que gana mucho dinero por ser diputado, cuando podría ganar lo que recibe un padre de familia normal; no necesitan (los diputados) tanto dinero para hacer su trabajo", comenta Poniatowska.
Rodeada de estudiantes, maestros, gente de cultura, funcionarios, diputados, amigos y amigas que le profesan cariño incondicional, Elena Poniatowska agradece a todos por igual, para cada uno tiene una sonrisa, al fin y al cabo todos le manifiestan admiración y aplauden que la biblioteca de la UTS lleve a partir de ahora el nombre de la célebre autora de "La noche de Tlatelolco".
Luego, en la conferencia de prensa, no rehúye tema y reafirma su simpatía por los movimientos populares, por Andrés Manuel López Obrador, su amor por México y su crítica al poder presidencial.
Poco después, al compartir con sus anfitriones una mesa en Mister Steak, habla sobre varios temas, de la prevalencia del poder económico sobre la política y la religión, del atraso del México actual.
La plática alude también a sus libros, a "La noche de Tlatelolco" y un personaje de esa época que llegó a la Cd. de México proveniente de Cd. Obregón, Gilberto Guevara Niebla, el dirigente estudiantil del 68 y con el que entabló una cercana amistad, como lo hizo con otros dirigentes presos en Lecumberri después de aquel 2 de Octubre.
"Gilberto era un hombre muy guapo, muy serio, y gracias a él podía yo visitar a los presos políticos en Lecumberri".
Explica:
"Cada preso sólo podía recibir cinco visitas y por lo general eran familiares y amigos muy cercanos. Como Gilberto era del norte, no tenía visitas familiares y yo entraba como visita de él; así conocí más de cerca a esos muchachos".
En esas visitas escuchó muchas de las voces que después se oirían en su libro más conocido.
"Y años después, ya libre, mantuve la amistad con Gilberto, con Álvarez Garín, con Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, con "El Pino" Salvador Martínez della Roca... Los personajes del 68.
Regresa a Guevara Niebla: "Una vez platiqué con el director de cine francés Louis Malle, me dijo que buscaba un actor para una película que estaba por filmar, y por el tipo de personaje yo le propuse que contratara a Gilberto, pero éste me dijo "No, no, yo no soy para eso", y así fue que no se hizo actor, sonríe Elena con sus recuerdos.
Desde entonces muchos libros ha escrito, es una celebridad cultural, reconocida y laureada en muchos países, pero no pierde la sencillez que la identifica ni su aprecio por las manifestaciones de cariño y admiración como la que este viernes recibió en la UTS.
"Mi libro más reciente es Dos veces única, basada en la vida de la segunda mujer de Diego Rivera, Lupe Marín, a quien "sepultó" la figura de Frida Khalo; pero me pareció muy interesante la relación de Lupe con Diego, por eso escribí este libro".
La charla continúa, Elena Poniatowska no rehuye preguntas, habla, come, sonríe, está feliz y aunque uno lo dude, no parece cansada sino con la energía suficiente para tomar el avión este mismo día y llegar a tiempo a la Ciudad de México donde le espera otro reconocimiento público y una conferencia más.