Por los componentes químicos que tienen algunos aparatos electrónicos, no deben terminar en la basura convencional ni tirados en espacios abiertos como baldíos, informó Janeth Ruelas González.

La coordinadora de Educación Ambiental de la asociación civil Ponguinguiola expuso que se trata de químicos dañinos tanto para el ser humano como para el medio ambiente. 

Contienen sustancias dañinas los equipos de cómputo como monitores, procesadores, CPU, teclados, impresoras, televisores, aires acondicionados, lavadoras y electrodomésticos como licuadoras y hornos de microondas.

En la asociación, expuso, cuentan con un programa de captación de este tipo de material para su reciclado.

“Muchas veces la gente no sabe que nosotros lo recibimos y le están ocupando ahí un lugar,  o es gente que no tiene consideración y los saca así nomás a la basura”, expresó.

El material que las personas entregan tiene un valor según su peso, sin embargo Ponguinguiola no le paga directamente el recurso a las personas sino a la institución a la que desee donarlo.

“Sí se paga, a excepción de los monitores, todo lo demás sí se paga, no directamente a las personas, porque no somos un centro de venta, lo que se hace es que ese material lo donas a una institución, a una escuela, o una iglesia”

La llamada “basura electrónica” es enviada por Ponguinguiola a Hermosillo a una recicladora,  y de ésta a Nogales, donde finalmente es reciclada con los protocolos adecuados.