Al Bat: La Era Esteroide
Jesús Alberto Rubio
Sábado 11 de Agosto de 2007
En esta ocasión, el colaborador es Juan Carlos González Iñigo
Bonds es el mejor bateador de los últimos 25 años

Pero, al beisbol hay que verlo al menos en tres etapas:
1).- Antes de la integración racial, Que para efectos prácticos es en 1950-55.
2).- La segunda es de principios de los 50s hasta 1980-82.
3).- La tercera de principios de los 80s hasta 2002-05, que comprende la era de los esteroides que inicia a principios de los 90 y termina en los primeros 5 años de este siglo, con la condena expresa de su uso en el béisbol organizado.
Los ejemplos más notables de bateadores de la era esteroide, son McGwire, Sosa, Palmeiro, Canseco y Barry Bonds.

La sociedad americana, fariseísta y doble-moralista, suele juzgar a destiempo lo que antes festeja y propugna.
El récord de Bonds es absolutamente válido, como lo son todas las estadísticas del béisbol que sucedieron en esta era.

No se puede sacar de contexto que Bonds usó drogas o elementos externos que aumentaron su capacidad de actuación. Por lo anterior no se debe o puede comparar a Bonds con Aaron, ni con Mays, Williams, Mantle o Robinson.
Por cierto los químicos que usó Bonds y que nunca dieron positivo en alguna prueba se les llamó "la crema" y "la libre", (The cream and the clear).
La primera untada y la segunda en un líquido abajo de la lengua. Además de los consabidos esteroides, vía inyección intramuscular, pero estos últimos son más fáciles de detectar en las pruebas antidopaje.

El paso del tiempo pondrá en su lugar a los números que se generaron en esta era de drogas que aumentan el rendimiento, sean esteroides u otra mezcla.
Los que queremos el béisbol debemos aceptar el gran logro de Bonds, ponerlo en perspectiva y seguir disfrutando.
Cuando pegó el 756 lo disfruté como el 62 de McGwire, el 715 de Aaron o el 500 de Alex Rodríguez y tantos otros de Killebrew, Reggie Jacson, Mike Schmidt, etc.

¿Nuevo tipo de racismo?
Hay, por supuesto, un aspecto racial en todo esto. Pero no es tan sencillo como blanco, negro y latino. Es bastante más complejo y a la vez refleja de manera clara nuestra sociedad global.
Barry Bonds es un negro respondón, hablador, contestario, no la lleva con la media, en fin es el clásico malo de la película.
Por otro lado está Aaron, (producto como cada quien de su era), un negro tranquilo, callado, aceptando lo que le dan y a su manera continuando el estilo que impuso Jackie Robinson.
Mark McGwire, por otro lado, el clásico atleta gringo, blanco, pelirrojo y con una fuerza física enorme. Amado y ovacionado al extremo cuando rompe la marca de Roger Maris en 1998, la sociedad y el mundo del béisbol se le voltea después de dos hechos.
El primero cuando un reportero ve en su locker abierto una lata de polvo con no se que sustancia que estaba prohibida en los juegos olímpicos, no así en el béisbol. Ahí empiezan las sospechas. Algo olía mal.

El segundo hecho es cuando ante en gran jurado, del congreso, sobre esteroides en el béisbol, se niega a opinar o a reconocer si había o no tomado estas sustancias. Solo dijo "dejen al pasado donde está", con lo cual tácitamente aceptaba su responsabilidad, que no su culpa.
McGwire, no ha sido vapuleado por el béisbol, solo se le ha marginado. Su ingreso que era un cincho, al salón de la fama, está ahora en cuestionamiento. Algún dia, estoy seguro, será electo. Blanco al fin.
Con Palmeiro, un primera base de origen cubano, que jugó con Cachorros, Rangers y Orioles, no pasó lo mismo. En el mismo jurado, apuntando a la cámara, aseguró nunca haber usado estos químicos.
A los dos meses salió positivo en una prueba y fue despedido de inmediato. Nunca más sabremos de él en el béisbol, aunque haya bateado más de 500 homeruns y más de 3,000 hits, uno de 4 en toda la historia en lograrlo.

¿El Salón de la Fama? Imposible, fue un latino irresponsable.
Era blanco sí, pero latino, hay que poner el ejemplo.
De discriminaciones del béisbol contra latinos estamos llenos de ejemplos. Uno de ellos Fernando. ¿Creen que si hubiese sido de USA no tendría más consideraciones para Cooperstown?
¿O los guantes de oro de Vinicio?
Al menos Aurelio ganó uno, pero tuvo que esperar a que Brooks Robinson se retirara. El latino actual, especialmente el dominicano, toma la actitud (en Ligas Mayores) que antes caracterizó a Aaron y Jackie Robinson, ser un "yes sir".
El mismo Sosa nunca fue un problema, pero su desarrollo físico inexplicable, igual que el de Bonds o McGwire, llamaban la atención. Aún así junto a McGwire en 1998, tambien rompe el record de Maris. Igual, el beis estaba a sus pies.

¡El bat de corcho!
Pero viene un incidente, de mala suerte para él, pero lo muestra ante el mundo del beis como un transa. En un juego, creo en el 2000, en Chicago, hace swing a una bola pegada y se le rompe el bat. Al recogerlo el umpire para retirar el mango del terreno se da cuenta que al centro trae un relleno de corcho, algo prohibido, pues le da al bateador una ventaja en velocidad al sacar el bat y la pelota vuela más con estos bats.
Quedó expuesto a los ojos de todos y saltó la pregunta: Cuántos home runs ha pegado con bats de corcho? Aparte se le pide hacerse pruebas de dopaje y nunca aceptó.
Termina distanciándose de los aficionados, patrocinadores y de su equipo los cachorros que lo separan.
En este año después de más de uno de receso regresó, a los Rangers, pero nunca será visto igual ni respetado como en sus anos grandes. Latino, negro, dócil, pero hizo trampas.
Luego le sigo...

Juan Carlos González Inigo. Comentarios sobre esta columna, enviarlos a:
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