DE PRIMERA A HOME
Jaime Ariel Álvarez
Jueves 12 de Abril de 2012

PLAYBALL. El beisbol es un deporte que junta grandes masas, el beisbol ha sido una constante en la vida e historia de los Estados Unidos de Norteamérica. En tiempos de guerra ha sido el beisbol el deporte que ha aligerado el sentir por las pérdidas y las catástrofes. En las guerras mundiales han sido algunos beisbolistas los que se han convertido en héroes, después de los sucesos del 9/11 fue el beisbol el que levantó la mano para ser plataforma de unidad.  Por eso, cuando alguien involucrado en el beisbol profesional de MLB, sale y apoya a un dictador, un gobernante que ha lucrado con la tiranía, que ha asesinado y torturado a su propia gente, que ha apagado por completo el desarrollo de toda una nación, las cabezas del beisbol profesional tienen que salir a pedir explicaciones, a ejercer su poder y  separarse de las declaraciones de un ente como Ozzie Guillen. Bien por Bud Selig que no se freezeó y tomó acciones en el problema.

Lo que parló el estratega venezolano es una falta grave al deporte rey, es una agresión contra la gente que ha sufrido por más de cinco décadas el régimen castrista y es un acto en si tan bochornoso que me atrevería a decir que le costará tarde que temprano el puesto que a pulso se había ganado el laureado ex-siore. El otrora controversial pero digerible Ozzie se ha convertido en el punto negro de las grandesligas, en el malo de la película, todos los programas de televisión, radio y prensa han oscultado palabra por palabra sus declaraciones hechas a la revista TIME. Es mucho el desencanto de los cubanos en Estados Unidos y en gran parte de los latinos por Guillen, sienten que alguien de su confianza los traicionó, sienten que dejaron entrar en sus camas al enemigo, es un tema tan sensible que no necesitaba que le tiraran alcohol a las flamas pero al bolivariano como decimos coloquialmente, se le fueron las patas.

Sabemos de la volatidad de las declaraciones de Guillen;  es reconocido y conocido como una persona que dice lo que está en su mente, que concede declaraciones al vapor, pero creo que estamos conociendo un Oswaldo que no conocíamos, y no se que es más doloso si su forma de expresarse o el decir que en muchas ocasiones las declaraciones que da, las da en un estado inconveniente, es decir ebrio.

PONCHE SIN TIRARLE. ¿Es este el líder que desea la Florida al mando de su equipo?,¿Es este el posterboy que quiere Miami? ¿Que credibilidad le deja este episodio al controversial manager? Yo soy alguien que cree en segundas oportunidades, pienso que si su arrepentimiento es real y no un simple hecho maquiavélico, debe de continuar al mando, habrá que darle el beneficio de la duda, pero lo que si ha logrado es que muy probablemente de no dar resultados deportivos expeditamente, la directiva lo echará.

 Lo que si es que Ozzie Guillen pasara a la historia al lado de Marge Schott, Al Campanis y Howard Cossell, como lo lenguasueltas del deporte. Schott con sus comentarios pro-Hittler y los últimos dos con sus palabras que cayeron en sesgos raciales, a Marge la hicieron vender a los Rojos, a Al lo hicieron dejar a los Dodgers y Cossell que en su momento era la voz más influyentente del periodismo deportivo de Norteamérica, jamás lo volvieron a contratar para dirigir programas en primetime. A Guillen solo lo vetaron cinco partidos, ¡si que los tiempos han cambiado!

ÚLTIMO OUT. Y yo me pregunto que pensará el cubano Atanasio "Tany" Pérez Rigal, el miembro de Cooperstown, el asesor especial de los Marlines, uno de los más influyentes personajes en la contratación del manejador de Miami, ¿que pensará del problemón que causó su protegido? Habría que preguntarle al ex-miembro de la gran máquina roja.

Por hoy se acabó, nos vemos en el estadio.

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