Por considerar que la policía de Cajeme viola los derechos fundamentales de los ciudadanos mediante los retenes e inspecciones a cargo de elementos encapuchados, el abogado Carlos Amaya Guillén presentó una denuncia.

Ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el litigante solicitó que haya una inspección de sus visitadores para conocer a fondo el motivo de la denuncia porque no solamente él sino muchos otros ciudadanos.

El artículo 11 de la Constitución Política Mexicana, así como el 16, son violados sistemáticamente por los policías que revisan a los ciudadanos, sus pertenencias o sus automóviles mediante retenes colocados a su arbitrio, definió.

Los agentes no se identifican, sostuvo, sino que se cubren el rostro como pasamontañas, por lo cual los ciudadanos no saben si están ante una autoridad o bien ante delincuentes.

Y, todavía más, los policías ni siquiera dejan hablar a los ciudadanos sino que en forma prepotente les revisan todas sus pertenencias, lo cual los deja en niveles de indefensión.

Si bien la autoridad justifica estas acciones como combate a la inseguridad pública y como revisiones “de rutina”, destacó, no existe criterio legal ni tacto policiaco a la hora de ejecutarlas y sólo infunden temor en la población.

Se le ha solicitado al director de Policía y Tránsito, Víctor Landeros Arvizu, audiencias para platicar sobre el tema pero se ha negado, manifestó, por lo cual se acudió a la CEDH, con la reserva de acudirá la acción penal correspondiente.