Se va un grande: Mike Cuéllar
Angel Torres / Abeisbol@aol.com
Sábado 03 de Abril de 2010

El pasado viernes 2 de abril de 1010, se produjo la triste noticia del fallecimiento a los 72 años de edad, del ex lanzador zurdo cubano de Grandes Ligas, Mike Cuéllar, en un hospital de Orlando, Florida, un suceso que conmovió al mundo deportivo, en especial a sus compatriotas que siguieron paso a paso su actuación en las Grandes Ligas, en especial su victoria en el encuentro decisivo de la Serie Mundial de 1970, cuando superó lanzando el juego completo a la Gran Máquina Roja de Cincinnati, 9-3, ante 45,341 delirantes fanáticos en el Memorial Stadium de Baltimore, con ayuda jonroneril de Frank Robinson y Merv Rettenmund.
  
Cuéllar tenía 72 años y sufría un cáncer estomacal, de lo cual me mantuvieron al tanto su amigo y compañero en el juego de golf, Miguel Sánchez, desde Windermre, Florida y el periodista Andrés Pascual desde Miami, quien me avisó cuando Cuéllar fue ingresado al hospital hace pocos meses.  

En septiembre de 2002, por medio de un artículo publicado en la revista Florida Golf Central, que me fue enviado por Sánchez, me enteré que el ex serpentinero zurdo cubano, se había convertido en un gran jugador de golf con aspiraciones a participar regularmente en los Torneos de Celebridades. En realidad no estábamos seguros acerca de sus posibilidades de ser un buen golfista, pero lo que si sabíamos es que Cuéllar ha sido el maestro de la bola de “tenedor” entre todos los serpentineros cubanos que han desfilado por las Ligas Mayores.

El lanzador del brazo equivocado que nació el sábado 8 de mayo de 1937 en Santa Clara, Las Villas y cuyo nombre completo era Miguel Angel “Mike” Cuéllar Santana, se inició con los Cubanos Reyes del Azúcar en la Liga Internacional (Triple A) a los 20 años de edad en 1957 y 1958 con récords de 8-7 y 13-12 respectivamente. Ascendió brevemente a los Rojos de Cincinnati en 1959, regresando nuevamente a los Sugars Kings ese año, donde se mantuvo hasta 1961.

Participó en el cambio de franquicia histórico de La Habana a New Jersey en 1960, cuando múltiples disparos al aire por parte de los milicianos revolucionarios cubanos en el Stadium del Cerro, provocó que los peloteros norteamericanos no quisieran jugar más en Cuba.

Al año siguiente el Jersey City se cambió a Syracuse y Cuéllar fue a parar al Indianápolis de donde pasó a tirar los bultos postales con el Monterrey de la Liga Mexicana con marca de 11-6 en 1962. Después al Knoxville en 1963 y al final de la campaña al Jacksonville donde se mantuvo hasta 1965. En el intermedio tuvo una breve parada con los Cardenales de San Luis en 1964.

Su carrera en los circuitos mayores comenzó realmente cuando los Pájaros Rojos lo cambiaron a los Astros de Houston junto al monticulista Ron Taylor por los lanzadores Hal Woodeshick y Chuck Taylor en junio 15 de 1965.

Durante sus 15 temporadas en el Gran Circo ganó 185 partidos y perdió 130, con promedio de carreras limpias permitidas de 3.14, dividiendo su actuación con los Rojos, Cardenales, Astros, Orioles de Baltimore y Angelitos de California.

Guió a los Oropéndolas a tres gallardetes, dos campeonatos divisionales y a la conquista de una Serie Mundial. En total participó en tres Clásicos Otoñales con marca de 2-2 en seis partidos, dos de ellos completos y efectividad de 2.61.

Fue el primer lanzador latino en conquistar el premio Cy Young, el que compartió con Denny McLain de los Tigres de Detroit en 1969. Primer latino en ganar 20 desafíos en tres campañas seguidas en la Liga Americana. Primer serpentinero en conectar jonrón con las bases llenas en un playoff. Primero en ganar un encuentro de postemporada. Lideró la Liga Americana en lanzamiento un par de veces con 24-8 en 1970 y 22-10 en 1974. Tuvo CUATRO temporadas con 20 o más victorias. Participó en cuatro Juegos de Estrellas, cinco Series de Campeonato y tres Clásicos Otoñales.

Ya en el ocaso de su carrera regresó a la Liga Mexicana en 1979 con el Coatzacoalcos y también lanzó por todo el Caribe.

En Cuba vistió los colores del Almendares durante los cinco últimos torneos de 1956-57 a 1960-61, y aunque no finalizó con marca ganadora (21-28, 309 carreras limpias permitidas), se las agenció para compartir el liderato de lechadas propinadas con tres en la justa final de 1960-61, empatando con Orlando Peña, Mike Fornieles y Pedro Ramos.                                                                                                                                  

En realidad nunca fue un serpentinero dominante hasta que agregó su famosa bola de tenedor antes de saltar a los Orioles. Desde ese momento hubo que decirle “usted”, porque se convirtió en uno de los mejores lanzadores zurdos en la historia de las Grandes Ligas, siendo injusto que no haya sido exaltado al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown. Recuerden que Sandy Koufax fue un “tirapiedras” hasta que no adquirió control en sus lanzamientos.

Ingresó al Salón de la Fama Cubano del Exilio en 1984 y al del Deporte Cubano en 2003.

 

 
 

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