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Arriesgando la vida ante la amenaza de tiburones, buzos salen a diario a buscar el sustento con la captura del callo de hacha, pero pese al esfuerzo y riesgo algunas personas les regatean el producto.
Pescadores de Yavaros no se vencen a las adversidades y sin equipo de oxígeno se sumergen a unos dos metros de profundidad, donde hay menos riesgos de un ataque de tiburón para sacar el callo de hacha.
Y es que luego del incidente donde un buzo perdió la vida cuando un tiburón lo atacó en diciembre del año pasado cerca de la playa Las Bocas y El bachoco, los pescadores no han podido trabajar tranquilos, además que el mes pasado capitanía de Guaymas alertó sobre el avistamiento de un tiburón.
Ángel Martín Zazueta García, un buzo con 15 años de experiencia dijo que pese al riesgo tienen que salir a ganarse el sustento diario y algunas personas buscan que les den el callo de hacha más barato.
“Nos sumergimos a dos metros nada más porque ya no estamos seguros después de los accidentes que han pasado”, manifestó, “y hay gente que nos regatea el producto pero nosotros arriesgamos la vida para conseguirlo”.
Ramón Valenzuela Ruelas, presidente de la Cooperativa Loma Parda de Yavaros, indicó que hay poco callo de hacha y por la escasez se cotiza hasta en mil 200 pesos el kilogramo.
“Ahorita la estamos haciendo sacando poco callo de hacha, de uno a tres kilogramos nada más, un poquito de jaiba también pero sobre todo lo que está sacando a flote son las almejas”, manifestó.
