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Los juicios fast track han ocasionado que muchas personas estén cumpliendo sentencias injustas, afirmó el abogado Antonio Cázares.
Esta manera de administrar la justicia en Sonora es la causa de que un joven, Leonardo, haya sido condenado a 30 años de prisión sin que su caso se haya sustentado lo suficiente, expresó.
Cázares acompañó a la mamá de Leonardo, Nancy Aracely, y a otros familiares que se manifestaron en el exterior de la delegación de la Fiscalía General de Justicia del Estado ubicada en la calle Chihuahua entre 200 y Mariano Escobedo, colonia Campestre.
A Leonardo, informaron el abogado y la madre, lo detuvieron por andar arriba de unas casas husmeando. "Yo no soy mamá cuervo, reconozco que mi hijo hizo mal y que andaba drogado", comentó ella.
Pero de eso a que haya participado en un secuestro hay mucha distancia y por un delito menor lo sentenciaron a 30 años de prisión, señalaron.
El abogado abundó narrando que el día de la detención, el 18 de junio de 2022, policías municipales capturaron a Leonardo, se lo llevaron a las celdas y de allí, un día después, el 21 de junio, lo sacaron agentes estatales de la AMIC para presentarlo ante la Fiscalía.
El informa policial homologado de los estatales narra los hechos de manera diferente, menciona que lo detuvieron en un lugar diferente y en flagrancia, no en las celdas municipales, como ocurrió realmente.
Al ser detenido Leonardo, que estaba bajo los efectos de una droga, fue obligado a decir nombres de otras dos personas a las que ya se detuvo y están en proceso, aseguran el abogado y la madre.
"Pero es injusto que por un delito menor, que yo reconozco, le hayan adjudicado otro que no cometió y sentenciado de inmedito a 30 años de prisión", reitera la madre desesperada por lo que ella considera una injusticia.
El abogado y la madre pidieron hoy ser atendidos por el delegado de la FGJE pero no fueron recibidos. Sólo se les prometió que el próximo martes el delegado hablará con ellos.
