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Apenas se dio a conocer la renuncia de Tatiana Clouthier al gabinete del presidente AMLO, y de inmediato surgieron e irán creciendo en los próximos días las versiones que la ubican como una figura importante en la próxima contienda electoral por la Presidencia de la República.
Tiene cualidades reconocidas, la primera de ellas es la congruencia, un valor casi extinguido en la política nacional. Su renuncia no es un capricho ni fue motivada por problemas de salud, al menos hasta hoy no aparecen esos motivos reales o inventados. Es una renuncia por convicción política.
Además de congruente es una oradora de buen nivel, maneja sus argumentos de manera sólida y exhibe convicción cuando habla de la necesidad de resolver problemas nacionales.
Sus cualidades personales se complementan con un factor significativo. En su trayectoria política amalgamó dos sentimientos que calan hondo en la población mexicana: El espíritu democrático, libertario, de su padre Manuel Clouthier, cuyo liderazgo era impulsado por un afán modernizador del país y que contaba con el apoyo de amplios sectores privados y sociales.
El segundo sentimiento, exhibido durante estos años, es su fidelidad a las aspiraciones fundamentales de la 4T por hacer un México más justo, más del lado de los pobres que de los ricos, dicho así en términos directos, y la convicción por desburocratizar y modernizar la vida política del país. Valores que cada día parece más ajenos a los candidatos oficiales, Sheinbaum y Ebrard.
Atractiva para la oposición
Hoy la oposición partidista anda perdida, con partidos que aspiran nada más a sobrevivir, como el PRI y el PRD, sin ninguna figura relevante que pueda atraerles simpatías. El PAN tal vez no esté tan caído como estos dos aliados, pero tampoco está en una situación positiva, más bien parece retroceder a casa paso que intenta dar.
Y está el nuevo jugador, un Movimiento Ciudadano que presume mucho de ser la nueva clase política "decente" pero que no resiste cualquier análisis que se aproxime a su dirigencia nacional y a procedimientos como los realizados en Sonora para excluir a Dolores del Río.
Cualquiera de esos partidos y otros menores más organizaciones politiqueras querrán tener a Tatiana Clouthier como su abanderada en el 2024.
Ella deberá ignorar el canto de las sirenas y seguir su propio camino con los valores que ha demostrado tener y defender. Si así es tendremos a una candidata fuere en el 2024.
