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La crítica al modelo neoliberal de la educación impuesto desde hace cuatro décadas no ha alcanzado al titular de la Secretaría de Educación y Cultura en Sonora, Aarón Grajeda Bustamante.
En un evento realizado por la empresa Stanley Black & Decker realizado en Hermosillo, Grajeda enarboló el discurso neoliberal que exalta como valor del proceso educativo la formación de generaciones que cuenten "con las habilidades, conocimientos y aptitudes que se necesitan para elevar la productividad”.
Las palabras de Grajeda pueden interpetarse como un cumplido ante una empresa industrial que invierte en el Estado y eso no es negativo, lo interesante es la convicción con la que el secretario enfatiza las virtudes del modelo neoliberal.
En el contexto de la Cuarta Transformación su postura va contra la creciente ola de críticos que destacan la necesidad de volver a la educación que prioriza los valores cívicos y humanistas sobre la preparación de "piezas" (los alumnos) que sirvan para el engranaje productivo.
"Que niñas, niños y jóvenes vuelvan a las aulas significa que adquieran las capacidades competitivas adecuadas, que les serán de utilidad cuando se incorporen al mercado laboral", expresó el secretario de Educación y Cultura.
Y agregó:
“Apostar a lo social permite recuperar calidad de mano y mente de obra, pero también significa sacar del rezago educativo a los estudiantes que, dentro de ocho o diez años, serán la fuerza del mercado laboral".
En resumen, la educación como una inversión económica:
“Queremos tener empresas fuertes y para ello necesitamos jóvenes bien preparados. Tengan la certeza de que esta inversión se recuperará, porque en las aulas es donde aprenden las habilidades necesarias para la convivencia, la resolución pacífica de conflictos y la comunicación”, enfatizó Grajeda.
