Desde las 6:00 de la mañana llegaron los hombres con la piola y bloquearon el tránsito de los camiones y automóviles que pasan por Loma de Guamúchil.
Los botes de lámina volvieron a sonar frente a las ventanillas de los conductores, es la señal para que paguen la cuota impuesta por los yaquis que reiniciaron el bloqueo: Cien pesos parejo a los camiones de carga y de pasajeros, además "lo que sea su voluntad" a conductores de automóviles sedán y camionetas.
Estaba previsto, pocos creían que iba a durar mucho el acuerdo anunciado por el gobernador Alfonso Durazo con dirigentes yaquis para levantar el bloqueo a cambio de instalar una caseta de cobro institucional cuyos ingresos se destinarían en parte a obras sociales y de infraestructura para los pueblos de la etnia.
Muy bien expuesto en los discursos oficiales, pero al interior de la tribu las divisiones y la ambición de líderes que se sienten intocables, por encima de la ley, han derrumbado por ahora las expectativas del regreso a la normalidad anunciado por el gobernador de Sonora.
La "normalidad" de nuevo es el bloqueo, el malestar de los automovilistas y los discursos chantajistas de quienes ahora colgaron la piola y seguirán allí "mientras no se hagan realidad los acuerdos".
Es así como todos los días, de 6:00 de la mañana a 6:00 de la tarde, se mantendrá la "normalidad" que ha vivido este punto de la carretera federal y miles de automovilistas que deben pagar cuota ilegal a un pequeño grupo de yaquis.