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Fue un acto de mala fe la extensión del contrato que le concedió a Solaqua la administración municipal de Sergio Pablo Mariscal a punto de concluir su período, afirmó Javier Lamarque Cano.
"Hicieron una negociación al cuarto para los doce, eso nos dejó en una situación de desventaja sin la posibilidad de hacer una negociación más conveniente para los intereses de Cajeme", añadió Lamarque durante la rueda de prensa realizada este lunes.
Ahora están de nuevo en negociaciones con Solaqua, la administradora de las plantas de tratamiento de aguas residuales.
El Ayuntamiento ya ha pagado más de 1000 mil millones por este servicio y el contrato se extendió hasta el 2022.
"Ellos qieren que se les pague, nosotros que se modifiquen las condiciones del convenio, incluso estamos viendo la posibilidad de una cancelación... Dicen que no se cumplió con los pagos y nosotos les decimos que no se cumplió con el servicio", comentó Lamarque.
Las plantas tratadoras, explicó, no han cumplido con las normas que establece Semarnap. Los estanques están azolvados, no tienen el suficiente tiempo de filtración que requiere el agua para contar con los estándares de calidad requerida.
Refirió que los representantes de Solaqua parecen estar en disposición de llegar a un acuerdo para aligerar los pagos de la deuda.
"Espero un acuerdo razonable", puntualizó.
