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La congregación cristiana de Comunidad Norte ha sido objeto de robos continuos por un ladrón que se ha llevado material de cableado, ascendiendo el total de los daños a más de 20 mil pesos.
El templo ubicado en la esquina de calle Cananea y Campeche, planeaba abrir su puertas dos días a la semana, con los protocolos de salud para seguir alimentando la fe, pero por la situación de los latrocinios constantes a los feligreses les ha sido imposible regresar a su alimento espiritual.
Los miembros de Comunidad Norte, ante tal situación, han pensado incluso en quitar los aires pues los rateros no dan descanso a los responsables de este inmueble.
La comunidad Cristiana ha solicitado el apoyo de las autoridades municipales para garantizar la seguridad en esta zona que en forma frecuente es golpeada por la delincuencia.
