Tengo varios amigos que han viajado a Cuba, unos por placer, otros con motivo de intercambios culturales. Todos coinciden en que el pueblo cubano es pobre y le faltan muchas cosas. Yo fui por primera y única vez hace veintitantos años y me regresé con esa impresión. De modo que hacen efecto negativo en nosotros las fotos y los textos que se publican en estos días.
La confianza en las fotos nos la tumbó ya el presidente AMLO pues se estableció que la que exhibe, vista desde las alturas, una inmensa cantidad de personas, no se tomó en La Habana sino en Egipto quien sabe cuándo y por qué motivo (que parece de fiesta popular)..
En cuanto a nuestra impresión de que los cubanos son pobres, yo me pregunto: ¿comparados con quiénes? Vi en los alrededores de La Habana, inclusive en el centro, a numerosos chamacos con la mano tendida hacia los turistas. Pero no vi niños y adultos flacos, desnutridos, con andrajos mugrosos como se ven en comunidades del centro de la República, e inclusive en los suburbios de algunas de nuestras poblaciones.
Una característica de los países socialistas en que hay una medicina para todos los enfermos y una habitación para que, aunque amontonados los que carecen de vivienda, no duerman en la calle.
Les faltan muchas cosas si los comparamos con nuestros ricos, pero no muchas en parangón con quienes vivimos al día, sin sobrantes de comida y bebida y de dinero para ahorrar. Y deseamos que la situación de los cubanos mejore, pero deseamos también que no se mienta sobre las condiciones en que viven y los gobiernan. Es sana la política de México, pregonada por AMLO: no meter la nariz en donde no nos llaman, a diferencia de otros, otros que están más al norte y que ya saben ustedes quiénes son.
UNA IDEA: IR INSTALANDO A LOS NUEVOS FUNCIONARIOS.
Los colaboradores del gobernador electo que navegan en la onda de la transición no serán necesariamente los miembros del futuro gabinete, ha dicho y repetido don Alfonso Durazo. Pero los que tiene ya ocupados en el estudio de programas que de inmediato va a lanzar la nueva administración, se antoja lógico y práctico que serán los que reciban el nombramiento oficial.
En lo que toca al relevo de gobiernos hay precedentes sobre funcionarios a quienes ha nombrado el gobernador que se va, con la aceptación del gobernador
que ha de entrar porque lo conservará en su equipo. Recuerdo al profesor José Gabriel Villegas Maytorena, nombrado director general por el gober Luis Encinas, de acuerdo con el gober electo Faustino Félix Serna, que lo ratificó. Y si no me equivoco (y claro que no me equivoco), el nombramiento de secretario de gobierno que le dio el gober Félix Valdés a Roberto Sánchez Cerezo, y que siguió de frente en el cargo con el gober Manlio Fabio Beltrones.
Hay otros precedentes, pero creo que estos ejemplos bastan para pensar que podría ser conveniente imitarlos. ¿Creen?
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