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Autoridades yaquis de la Loma de Bácum y funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad parecen haber llegado por fin a un acuerdo para que el gasoducto llegue al sur de Sonora sin que represente un peligro para los pueblos tradicionales de la etnia.
Rodrigo González, asesor de las autoridades de Loma de Bácum, expresó su conformidad en el nuevo trazo propuesto pues no pasa cerca de ningún asentamiento humano importante.
"De 90 km que antes cruzaba, con la nueva ruta sólo afectaría cómo 65 km, esto es como 25 km menos. Pero se va por una ruta de mayor seguridad para los asentamientos humanos de la etnia". señaló.
A partir de Oroz, que no es pueblo tradicional y cuya escasa población, alrededor de 300 habitantes, podría ser reubicada, se trazó una desviación para que el gasoducto quede a distancia suficiente de los pueblos de Vícam, Loma de Guamúchil y Loma de Bácum.
Guadalupe Flores Maldonado, miembro de la tropa de la Loma de Bácum, explicó a Televisora del Yaqui la ruta propuesta:
"Lo van a bajar adelante de Vícam Estación, se lo llevan hasta la calle 29 (que va de San Ignacio a Vícam), pasan por la Base la cruzan, llegan por la 300 y lo cruzan por el medio del campo 60 hasta Ciudad Obregón; pero ya viéndolo en físico decidieron bajarlo hasta la 700 porque hay muchos centros poblacionales ahí, por nosotros no hay problema, entre más al Sur mejor".
Los ejidos y otras poblaciones que atravezará el gasoducto deberán recibir una indemnización y la garantía de que la obra no quedará cerca de sus comunidades como para representar un peligro.
Asimismo las autoridades yaquis están pidiendo al gobierno federal que se libere a Fidencio Aldama Pérez, preso en el Cereso como presunto responsable de asesinato, y a quien consideran un preso político.
