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Como si se tratara de un gran acontecimiento de interés público, candidatas y candidatos de todos los partidos han informado a los medios de comunicación dónde y a qué hora emitirán su voto este 6 de junio.
Para la mayoría de ellos será la última oportunidad de ser vistos por el público, el adiós a la fama pasajera de las notas periodísticas que protagonizaron durante estos meses de campañas electorales.
Quienes trabajamos en los medios conocemos muy bien el síndrome de los personajes que aparecen una vez en espacios periodísticos y se enamoran de la efímera celebridad alcanzada a veces en espacios que no van más allá de su colonia. "Oye, te vi en la tele, te escuché en la radio..." A partir de entonces quieren ser entrevistados a como dé lugar y se inventan actividades cívicas, cruzadas morales o trincheras de denuncia política, y desde allí llaman con frecuencia a los reporteros para que les tomen una declaración.
En el caso de los candidatos cuya celebridad se extingue este domingo, ¿a quién le importa si vota o no y dónde vota? Prácticamente a nadie porque se trata de un ejercicio que deberán practicar miles de personas en nuestro municipio y millones en todo el país.
Pero así como hay candidatos desesperados también habemos reporteros que a falta de tema acudimos al llamado para publicar trivialidades como el momento en el que vota el candidato.
Salvo cuando se trata de candidatos a la presidencia de la república, o de un político mediático en exceso, nada interesante puede parecernos la declaración de un candidato a diputado o alcalde al momento de llegar a la urna.
Para la mayoría es su despedida de la actividad publica, por ahora., porque después del 6 de junio, los ganadores podrán prolongar la satisfacción narcisista de verse rodeados de reporteros.
