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NAMAKASIA
Entre las muchas cosas buenas de que nos ha privado la pandemia figura la celebración del Día del Niño en el Congreso del Estado. Hace unos 35 años, y podría quedarme corto en el cálculo del tiempo, de acuerdo con la Secretaría de Educación y Cultura, y posteriormente, también del Instituto Estatal Electoral, se escogía a los alumnos de mejor promedio y conducta de las escuelas primarias, y se les traía a Hermosillo con el nombramiento de “diputados infantiles”.
Se nombraba también, a veces, “presidente municipal” por un día durante el cual el menor presidía una sesión de Cabildo y dictaba acuerdos en beneficio de “sus gobernados”. Los diputados, por su parte, redactaban decretos.
Con la anticipación necesaria, la Legislatura planteaba una pregunta de especial significación y se mandaba a las escuelas para que los niños, que venían en plan de oradores, disertaran sobre la respuesta apropiada..
Entre los muchos proyectos de reportero que no he llevado a la práctica, figura uno que consistiría en averiguar qué ha sido de los que fueron niños diputados y que ahora son adultos; qué estudiaron y en qué se graduaron, si están casados y tienen hijos, en qué trabajan. En mi anteproyecto se consideraba la posibilidad de que quizás haríamos hallazgos dolorosos, por ejemplo, ex niños diputados que desviaron el camino de la ley y que fueron procesados.
Pero lo importante sería plantearles, ahora que son mayores de edad, una pregunta de otro tipo, digamos: ¿estás satisfecho con el modelo de democracia que nosotros, los adultos con más años, te dejaremos en herencia? ¿En qué crees que acertamos y en qué fallamos?
¿Juicio político para Rosario Quintero?
Los navojoenses que piden juicio político para su presidenta municipal Rosario Quintero son pertinaces. El Congreso del Estado resolvió que es improcedente tal juicio porque la petición no encaja en el tipo que la Constitución Política del Estado describe. Pero un Tribunal Colegiado ha resuelto que sí y ha instruido a la Legislatura para que el juicio se realice.
En el capítulo de la Constitución dedicado a la responsabilidad de funcionarios públicos, se considera el juicio político, el juicio administrativo y la aplicación de las normas del Código Penal. No recuerdo, a pesar de haber reporteado tantos años la fuente legislativa, que se haya celebrado un juicio político en nuestro Congreso.
A la legislatura antepasada se le pidió realizarlo contra el que fue presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Raúl Ramírez, pero los diputados se hicieron los occisos y no lo tocaron ni con una hoja de mariguana. Cuando los diputados actuales resolvieron, en comisión, la improcedencia del juicio, la votación fue elocuente: 7 votos por la improcedencia y uno en contra.
En caso de llevarse al cabo el juicio, la votación podría favorecer de nuevo a doña Rosario y no quedaría lugar para otro.
Pienso que como los cargos configuran, principalmente, el delito de robo (se robaron una fuerte cantidad de la caja fuerte de la Tesorería), sería menos enredado el camino si optan por formular acusaciones por la vía penal.
