La remodelación del estadio TOG para convertirlo en una escuela de beisbol avanza con ritmo acelerado.
Hoy la máquina dio sus golpes demoledores a lo que fue la rampa de acceso a las gradas laterales frente al jardín izquierdo.
Ya desaparecieron las taquillas y otras áreas que conformaban la fachada del inmueble. Así irán cayendo uno a uno los espacios que nos fueron familiares cuando íbamos a ver los partidos de los Yaquis.
Cuando esté funcionando la flamante academia de beisbol prometida, ya nadie se acordará del viejo TOG.