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La disculpa ofrecida por Cremería del Yaqui a miembros de la etnia que agredieron a un chofer de la empresa al parecer por negarse a pagar la cuota carretera a la altura de Loma de Guamúchil, fue una reacción que tomó por sorpresa a muchos que esperaban una respuesta en términos propios de la parte ofendida.
El mensaje enviado por un gerente de Cremería enfatiza la disculpa, el respeto y la admiración que dice sentir la empresa por la etnia.
La primera interpretación ante la sorpresiva disculpa fue lógica: Una expresión reprobatoria o el anuncio de una demanda hubiera sido suficiente para que los yaquis no dejaran transitar en su territorio a ninguna unidad móvil de la Cremería. Y como era previsible tampoco hubiera habido autoridad o gobierno que los obligara a respetar el libre tránsito de los camiones distribuidores de estos productos lácteos.
Pero detrás del incidente, hay otra sospecha que ronda desde hace unos días: La posibilidad de que los yaquis empiecen también a cobrar derechos a las empresas que utilizan su nombre.
Como ha ocurrido en Estados Unidos, donde más que un asunto legal fue un tema de derechos humanos y respeto a las etnias, el retiro de los nombres de pueblos indígenas mexicanos en marcas comerciales podría convertirse en los próximos meses en un asunto legal de proporciones mayúsculas.
En este caso, Cremería del Yaqui o Leche Yaqui son marcas que han estado presentes durante muchas décadas sin un sobresalto originado por disputa de derechos legales del nombre. De la misma manera que ocurre con todo tipo de negocios comerciales que llevan ese nombre.
Esto es común en México. Empresas y marcas comerciales se identifican con el nombre de la etnia regional.
Pero lo ocurrido en Estados Unidos podría dar un giro a esta tradición. Exigir a Cremería del Yaqui que cambie su nombre comercial o reclamarle derechos de uso puede ser letal no sólo para esta empresa sino para cualquiera que lleve el mismo nombre.
Hace unos días circuló en redes sociales una imagen alterada en Photoshop donde se puso a miembros de la etnia en el exterior del estadio de beisbol que se conoce como "Nuevo estadio de los Yaquis" porque es donde juega el equipo con marca "Yaquis de Obregón".
El mensaje del meme decía que los indígenas estaban allí para exigir el pago de derechos por uso de su nombre.
Pudiera ser una broma irrelevante en otros tiempos. Pero ahora con el antecedente ocurrido en los Estados Unidos (donde ya no hay equipos que se llamen Pieles Rojas, Sioux o Cheyenes) y pór las ganancias fáciles que arrojan los bloqueos carreteros, se crea un ambiente propicio para exigir pagos por derechos de uso comercial del nombre, uso que deja enormes utilidades económicas a los propietarios de las marcas.
Y si eso ocurriera el problema no se iba a resolver fácilmente con la donación de litros de leche o boletos gratis para asistir a los partidos de beisbol. Esto último sólo lo aceptan las autoridades municipales de Cajeme.
