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Durante la cuarta semana de junio (de lunes 22 a domingo 28) el registro de nuevos casos de covi-19 en Cajeme tuvo un ligero descenso con respecto a la semana anterior. De 343 casos pasó a 312.
Es la primera vez desde el inicio de la contigencia de salud que se observa un descenso en el registro acumulado de la semana.
Esto tal vez corresponda a lo previsto en los modelos matemáticos diseñados en la Unison y en algunos diseñados para todo el país. Dichos modelos establecían que el "pico" o acme de la pandemia -al menos para Sonora- se iba a alcanzar en la tercera semana de junio y a partir de allí iniciaría un ligero pero progresivo descenso.
Todos deseamos que así sea, pero no se puede afirmar de manera contundente que así será. Las variables que intervienen en una pandemia como ésta son diversas y en ocasiones obedecen a factores fuera de control por lo que no sería raro que en la semana que empieza este lunes se presenten más casos que en la recién terminada.
Incluso podría iniciar una fase de "meseta" donde los valores serán más o menos similares durante las próximas semanas.
Debido a eso no cabe el optimismo desmesurado, el ligero descenso que se ve en la gráfica no es definitivo..
Por eso es indispensable reforzar la vigilancia de toda clase para evitar que haya un relajamiento social. Esto impulsaría con más fuerza el crecimiento de los casos.
Es más importante aúm que las autoridades locales no caigan en el triunfalismo y no mantengan su postura relajada de dejar hacer y dejar pasar como lo han hecho hasta ahora.
La autoridad municipal debe ser más enérgica ahora, abandonar los discursos de permisibilidad y el tono paternalista con argumentos frívolos.
Los gobiernos deben entender que ser estrictos y enérgicos no es síntoma de autoritarismo sino de responsabilidad.
Persistir en el "dejar hacer y dejar pasar" que implica la "corresponsabilidad social", hará mucho más difícil la recuperación y el inicio de una nueva normalidad.
