|
Es un nuevo intento de despojo del agua del Río Yaqui, afirma Rodrigo González ante la aprobación del cabildo de Hermosillo para que se contruya un acuaférico en el norte de la capital sonorense interconectado con el acueducto Independencia.
La propuesta de la alcaldesa Célida López, que algunos ven como un inicio de su precampaña de reelección, tuvo en Cajeme una interpretación muy diferente.
"En plena pandemia" se anuncia esta decisión, comenta quien fue asesor técnico del movimiento "No al Novillo" generado en Cajeme contra el acueducto que construyó el gobierno de Guillermo Padrés y administra el de Claudia Pavlovich sin oposición real de los "novilleros".
En este nuevo episodio de la lucha por el agua, señala a los beneficiarios inmediatos: Los inversionistas que impulsan nuevos desarrollos inmobiliarios de vivienda y parques industriales para el norte y poniente de Hermosillo.
El acuaférico, explica, se haría mediante un endeudamiento de 665 millones de pesos para obras de infraestructura y operación multianual vía inversión privada.
El proyecto pasará como una "papa caliente" a las manos de los diputados locales:
"Para concretar dicho endeudamiento millonario se requiere la aprobación del Congreso del Estado a pesar de que existen procesos judiciales vigentes en contra del acueducto independencia, promovidos por la Tribu Yaqui, los municipios de Cajeme y San Ignacio Río Muerto y agricultores del Valle del Yaqui".
Se sigue intentando favorecer a usuarios de cuencas vecinas al río Yaqui afectando el desarrollo del Sur de Sonora, concluye.
