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El crecimiento de la epidemia de coronavirus obligó a todos los países a tomar medidas estrictas de control sanitario para las personas venidas de China. México y Sonora no son la excepción y desde hace algunos días se checa rigurosamente a los viajeros para detectar o descartar cualquier sospecha de la fiebre.
Pero Ernesto Vizcarra Dueñas llegó de China a Cd. Obregón el pasado 20 de enero y en las escalas que debió realizar no fue sometido a ninguna revisión epidemiológica, aunque para esa fecha ya estaban prendidos los focos rojos por una posible expansión mundial del coronavirus.
Ernesto es un joven estudiante de Administración en el ITSON y vivió 5 meses en Beijing (o Pekín), para cursar un semestre de Economía y Comercio Internacional en el Instituto Tecnológico de Beijing. Como la mayoría de los estudiantes extranjeros se hospedó en los dormitorios asignados para ellos.
Beijing está ubicada a 1150 kilómetros de Wuhan, la ciudad donde surgió la enfermedad. Como es de esperarse, el flujo de pasajeros entre ambas ciudades ha sido enorme desde ante y durante la aparición de la epidemia, por lo que ya se han detectado casos de contagio entre personas radicadas en la capital china.
Por ese motivo todas las personas que viajan al extranjero desde cualquier ciudad china son sometidas al examen epidemiológico al salir y durante la llegada a su destino.
Pero Ernesto salió de Beijing el 18 de enero y un día después llegó a Chicago. Al bajar del avión ni él ni los demás pasajeros fueron examinados. "Si acaso se revisaba que no trajéramos alguna fruta o alimento prohibido, nada más".
De Chicago viajó a la Cd. de México y tampoco fue examinado, menos aún cuando llegó a Cd. Obregón.
Para el 18 de enero aún no se desataba la paranoia mundial por el coronavirus. "Pero apenas salí de China, dos días después empezaron a realizar los controles no sólo en aeropuertos sino en todas partes, incluyendo a los estudiantes extranjeros".
Ahora deben pedir permiso y pasar por varios controles si quieren salir del edificio para estudiantes.
La población china ya está inmersa en esta situación de crisis aunque todavía hay quienes viven sin preocuparse y unos más lo toman a la ligera, dice Ernesto.
De su estancia y percepción de la sociedad china, le queda el asombro por el grado de control tecnológico que hay en las ciudades.
"Todo está registrado en cámaras y existen apps (aplicaciones digitales) para todo. Si quieres tomar un refresco lo pides por un app y al rato ya lo tienes".
Sobra decir que Ernesto no tose ni estornuda, tampoco presenta fiebre. No hay por qué preocuparse. Sólo tuvo como estudiante nna experiencia enriquecedora que no fue ensombrecida por el miedo al coronavirus.
