|
|
Abandonada a la ley de intereses políticos y económicos locales, la imagen urbana de Cd. Obregón se torna cada vez más cáotica y antiestética, alejada de la fama que tuvo hace varias décadas como una de las ciudades mejor urbanizadas de México y cercana hoy al promedio de las urbes con el rostro marcado por el subdesarrollo y la pobreza.
El centro de la ciudad es el reflejo más evidente de esta crisis, según el arquitecto Heliodora Montoya.
Se construyen edificios sin respeto a los principios elementales del diseño urbano, sólo basta con tener el dinero necesario para que cada quien haga lo que quiera, comenta.
El factor político y económico, dice, ha influido de manera drástica para desaparecer espacios urbanos que eran un símbolo de la ciudad.
El caso más notorio es el de la plaza "Álvaro Obregón" cuyo diseño original fue borrado para dar paso a otro aparentemente de vanguardia que sólo sirvió para suprimir las áreas de sombra donde descansaba mucha gente en espera del camión o sólo para mitigar los estragos que prvocan el sol y el calor.
En el extremo hay casos como el del edificio ubicado en la esquina suroeste de las calles Miguel Alemán y Yaqui, inspirado en el diseño del gran arquitecto y urbanista Mario Pani y transformado hoy como tienda de la cadena Oxxo.
Por otra parte, continúa Montoya, el horizonte visual en el primer cuadro está contaminado por horribles anuncios "espectaculares", mientras más grandes más horribles.
En otras ciudades se han prohibido este tipo de anuncios, aquí no; aquí cada quien puede rentar o aprovechar su espacio para instalar estas estructuras pues no hay ninguna norma que lo prohiba.
Incluso, dice, hay establecimientos comerciales que invaden las banquetas, espacio público, para instalar sus anuncios o puestos de venta y nadie se los prohibe.
Caos y anarquía producto de la corrupción
Hoy se habla de impulsar a Cajeme como ciudad con marca, creativa e inteligente.
Más allá de que le han cambiado el nombre a la ciudad (por si hace falta aclararlo: Cajeme es el municipio; Obregón, la ciudad) los planes maravillosos que incluye este discurso no mencionan cuándo se va a limpiar el centro de la ciudad de puestos callejeros cobijados por el poder político, incluyendo a los negocios comerciales que se han apropiado de las banquetas.
Este ha sido un tema tabú para las sucesivas administraciones municipales que por complicidad política no han tocado el problema ni de lejos. Y al parecer la presente administración tampoco lo hará.
Por la misma razón tampoco se enfrenta una situación que influye en la movilidad o transporte urbano de pasajeros: La concentración de paradas de autobuses en una sola cuadra, la de calle Sinaloa /No Reelección y Galeana.
Menos se habla del deterioro temprano y progresivo de calles que apenas hace un año o dos fueron "rehabilitadas", obras públicas que no pasarían el menor examen de una verdadera política anticorrupción.
Así el caos y la anarquía por unos cuantos pesos o por influencias políticas rigen el crecimiento urbano de Cd. Obregón.
