De nuevo están aquí manifestándose y volverán a estar cuantas veces sea necesario.
Son las Guerreras Buscadoras de Sonora acompañando a las mujeres de Cajeme que comparte la misma tragedia de tener a un ser amado desaparecido. "Nuestros tesoros", dicen.
Ahora ante la delegación de la Fiscalía de Justicia del Estado en Cd. Obregón donde reiteraron la petición a las autoridades para que dé con el paraderos de sus tesoros desaparecidos, como llaman ellas con convicción al padre, el hermano, la hija, que un día desaparecieron y no han vuelto a ver.
Llevan el dolor más lacerante que pueda sufrir un ser humano y lo hacen con dignidad, no piden castigo para nadie, sólo quieren encontrar a sus seres queridos que fueron víctimas de desaparición forzada.
Son 30 personas desaparecidas en Cajeme y alrededor de 700 en Sonora durante los años recientes.
A los responsables de desaparecerlos ni siquiera les reclaman con rencor, sólo les piden que digan dónde los tienen o los dejaron. "Devuélvanos a nuestros tesoros", repiten.
A las autoridades les agradecen por una parte el apoyo que les han dado en la búsqueda colectiva realizada en Empalme, Guaymas y otros municipios. Pero también reclaman más celeridad en las investigaciones.
Y a la sociedad cajemense la llaman a solidarizarse.
"No esperen estar en esta situación para entender lo que está pasando y por qué luchamos", clama María Teresa Valdez Kinijara, dirigente de las Guerreras Buscadoras de Sonora.
Y las mujeres que la acompañan repiten en silencio el mismo clamor.