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Los ingresos del Oomapasc siguen disminuyendo y de seguir así pronto no habrá dinero ni para pagar la nómina, advirtió Rodrigo González Enríquez.
Al recibir en septiembre la administración del Organismo, los ingresos estaban a la mitad de los egresos, se captaba apenas un millón de pesos diarios, pero a base de negociaciones con deudores y con el fomento de la cultura del pago, se logró duplicar dicha captación, a casi dos millones de pesos diarios, pero aún así no alcanzaba para pagar la deuda, aseguró el exdirector del Oomapasc.
"Logramos que empezaran a pagar escuelas, hospitales y los concesionarios del Estadio, además se comprometieron a pagar grandes deudores particulares, como el Mercajeme, que aceptó una propuesta favorable.
También habían aceptado el Mercadito Unión y la Central de Abastos, que deben cantidades millonarias, pero frenaron su intención de pago".
Ahora en marzo, añadió, los ingresos han vuelto a caer al nivel que estaban en septiembre y en estos términos no alcanza ni para la nómina, por eso ha habido dificultades en las dos quincenas recientes.
Sostuvo que el Oomapasc está en condiciones precarias, con infraestructura obsoleta y "además en quiebra, con una deuda que no puede manejar y no tiene ni para el gasto operativo".
A ello se añaden las facilidades otorgadas al Sindicato (Sutoc) para que basifique a gente que no tiene porque ocupar una plaza y además contrate el mismo sindicato a nuevos trabajadores, tal vez para apoyar la próxima reelección de la actual directiva. En este rubro se generan gastos innecesarios pero muy elevados, expresó.
Persiste corrupción
Pese a los intentos por limpiar de corrupción al Oomapasc esto no ha sido posible porque persisten prácticas negativas como licitar obras de manera poco transparente.
González refirió tres obras que se licitaron con procedimientos dudosos ya que los fondos conseguidos, 45 millones de pesos, estaban amarrados para otorgarlos a ciertas compañías constructoras, lo que impedía una competencia legítima y la posibilidad de obtener mejores presupuestos.
La más significativa, mencionó, fue la obra de 22 millones de pesos adjudicada a una empresa de Guadalajara pero que se subroga a una empresa local.
Como director general, continuó, "rechacé las adjudicaciones pero fueron aprobadas sin mi consentimiento por el gerente de licitaciones y por el director comercial Guillermo Patiño, quien las justificó argumentando que era una orden del Presidente Municipal".
"Yo le advertí entonces qué él, Patiño, deberá enfrentar lo que proceda después por esas licitaciones".
La estrategia era aportar recursos para empatarlos con fondos estatales y federales, lo que permitiría realizar 20 grandes obras que resolverían el problema de los socavones en la ciudad, pero se fueron por lo más inmediato y sólo lograron obtener recursos para siete obras.
Urge un director general
Respecto al conflicto generado por su liquidación al dejar la dirección general del Organismo, Rodrigo González sostuvo que el manejo inicial de un pago millonario fue hecho a propósito por funcionarios que quieren asumir ese puesto.
Se recurrió a una "campaña negra" para dañar su honorabilidad, dijo, pero está claro que lo hicieron en el marco de la competencia por agradar al Presidente Municipal.
De cualquier manera, puntualizó, es urgente que se designe ya al nuevo director general del Oomapasc.
