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Uno de los gasoductos detenidos por los que la CFE debe pagar a la filial mexicana de la estadounidense Sempra Energy, IEnova, es el tramo Guaymas-El Oro, que son 330 de los 835 kilómetros del sistema denominado Gasoducto Sonora.
La operación fue detenida por la comunidad yaqui de Loma de Bácum, mediante un amparo indirecto, por denuncias de afectaciones en 14 kilómetros del total del ducto.
Al respecto, IEnova aclaró que obtuvo esta obra mediante concurso público internacional y logró ponerla en operación en mayo de 2017. “Sin embargo, el servicio a la CFE fue interrumpido por actos de sabotaje sufridos en el ducto en agosto de 2017. Los hechos fueron denunciados ante las autoridades federales y locales”, detalló.
En Chihuahua, el proyecto Samalayuca-Sásabe, a cargo de Grupo Carso, de Carlos Slim se detuvo por el amparo del ejido Janos, con el argumento de que se afectarán 101 hectáreas de sus tierras.
La empresa de Carlos Slim explicó al respecto que la construcción se ha visto interrumpida significativamente en 16 tramos que suman 86 kilómetros, que han retrasado en más de un año la conclusión del proyecto. “Debido a las obstrucciones que frenan la terminación y puesta en operación del gasoducto, procedió la aplicación de las cláusulas 9 y 22 inciso (vii) del contrato que se tiene con la CFE, mismo que formó parte de las condiciones de la licitación”, explicó. A finales de octubre de 2017, un juez de distrito en Ciudad Madero concedió también la suspensión provisional a un pescador para frenar la construcción del gasoducto marino sur de Texas con Tuxpan e IEnova y TransCanadá, ya que argumentó que se dañaría el medio ambiente.
La canadiense TransCanadá refirió el año pasado que desistiría de sus proyectos inconclusos en los tramos Tuxpan-Tula y Tula Villa de Reyes, en Veracruz e Hidalgo, de más de 1,600 kilómetros en conjunto.
