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Una solicitud para que interceda ante el Gobierno del Estado y "se garantice la seguridad y regrese la calma a la Loma de Bácum", hicieron yaquis de Loma de Guamúchil (LG) ante el presidente municipal de Cajeme, Sergio Pablo Mariscal.
Encabezados por Cesareo Cota Tórtola, capitán de la guardia tradicional de LG, los indígenas se reunieron en Palacio con Mariscal Alvarado para pedirle además que "revise" al regidor Rosendo Arrayales y personal de Solaqua a quienes acusaron de ser asesores y responsables de generar conflictos con los habitantes de la Loma de Bácum.
Mariscal aclaró que los funcionarios de su gobierno no se ocupan en otros asuntos que no sean de la competencia municipal, sin embargo les dijo que hará lo procedente a fin de revisar la solicitud en el tema que les inquieta.
Al final, los Integrantes de ambos gobiernos (tradicional y municipal) acordaron un periodo de tres días para que el Alcalde interceda ante el Gobierno del Estado, con el objetivo de que esta representación étnica sea atendida en sus demandas.
Aclara Arrayales
Al ser cuestionado sobre la acusación de Cota Tórtola, el regidor Rosendo Arrayales mostró su extrañeza pues, dijo, "jamás he participado o incitado a alguien para que utilice la violencia en contra de otras personas".
Aclaró que su presencia en Loma de Bácum ha sido esporádica y con el objetivo de procurar apoyos para gente necesitada de atención médica y que no tiene recursos económicos ni afiliación al IMSS.
Así ha ayudado a niños yaquis con problemas de salud y en días recientes consiguió la donación de ocho camas hospitalarias para personas de la Loma de Bácum que viven postradas por alguna enfermedad y necesitan dichas camas cuyo costo comercial las pone fuera de las posibilidades de los pacientes yaquis.
Arrayales refirió que esa animadversión en su contra pudiera ser porque en el pasado solicitó una investigación para realizar un juicio político contra la gobernadora Claudia Pavlovich por su actuación en el conflicto yaqui.
