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Frustrado el intento al llamado por el voto útil que realizó el equipo de Ricardo Anaya después del primer debate y debido a los nulos efectos que tuvo el segundo en la intención del voto, el PRI se enfila hacer de todo y con todo para evitar un tercer lugar como en la elección del 2006 con su candidato Roberto Madrazo.
El capítulo más reciente es la acusación de secuestradora a la activista Nestora Salgado en el intento por bajarle simpatías a Andrés Manuel López Obrador y pese a que “no le pegó” el caso de los departamentos no declarados, aun así, el candidato de la colación Todos por (lo que queda de) México insiste en su estrategia de ataque.
El problema es el tiempo para remontar algo así como 10 millones de votos de ventaja del tabasqueño según la mayoría de las encuestas, cuando falta un mes para que concluyan las campañas y más si a partir de mediados de junio, el tema dominante será el desempeño de la selección de futbol en el mundial Rusia 2018.
El cálculo se realiza con base en una lista nominal cercana a los 90 millones de mexicanos con credencial de elector y una participación del 50 al 60%, donde cada punto porcentual representa de 500 a 600 mil votos. Peña Nieto le ganó por 3 millones a López Obrador en 2012, cuando votaron 50 millones de electores.
“La encuesta se hace en la casa, las elecciones se ganan en la casilla”, expresó un envalentonado René Juárez, líder nacional del PRI en su reciente visita a Hermosillo, como dando entender que los estudios de opinión no le quitan el sueño, una posición que busca principalmente no desanimar más a los seguidores de Pepe Mead.
El optimismo del líder nacional priista en Hermosillo era como para exclamar el juangabrielero "¡Arriba Juárez"!
Y pese al desdeño de las encuestas nacionales, a nivel local Gilberto Gutiérrez, dirigente del PRI estatal, cacaraquea más que una gallina su huevo, cada vez que sabe de una encuesta a favor de la fórmula que encabeza la hija de su patrón, el exgobernador Manlio Fabio Beltrones, a quien reportan muy ocupado en frenar el efecto Amlo en Sonora por obvias razones.
De ahí la urgencia de blindar las campañas priistas en el estado, donde presumen que hay posibilidades reales de ganar por la “buena imagen” del gobierno de Claudia Pavlovich, cuyo interés principal es sacar adelante las diputaciones locales.
A nivel Cajeme, el voto antiPRI está repartido: el PAN hace campaña por no dejar, Movimiento Ciudadano no trae el mismo arrastre, Morena cobijado en la figura de López Obrador y el MAS con miras a negociar lo que no conseguiría en las urnas. La parejera final se antoja entre el priista Emeterio Ochoa y el independiente Rodrigo Bours. ¿Hay condiciones para el voto útil?
La marca PRI y el color que lo distingue está tan devaluada, que aparece de forma marginal en la campaña de la coalición, llegando al extremo de ser una palabra prohibida en sus visitas y mítines ni qué decir del color rojo, motivo de orgullo y estandarte en otras batallas electorales, pero que hoy brilla por su ausencia con sus contadas excepciones.
Será el inicio de una debacle sin precedentes para el partido que fundara Plutarco Elías Calles y dar paso a los que algunos ya bautizaron como PriMor? Por lo pronto se especula que la caída será peor que 1997, cuando se perdió la mayoría en la Cámara de Diputados, pues para esta elección sería en ambas cámaras y la mayoría de los estados.
Si por algo resurgió el PRI fue porque se atrincheró en los estados y en las cámaras…Cuál será su nuevo refugio para no extinguirse? Aunque posible, el poder Judicial no se ve como opción viable ni deseable para la nación.
