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Si la gente acude a los taxis colectivos es porque los camiones no dan el servicio que la población demanda, afirmó Jorge.
"Hacen esperar mucho a la gente y los camioneros son hasta groseros, luego aunque el boleto cuesta nueve pesos, si les dan una moneda de diez pesos no regresan el cambio", comentó Jorge, quien no quiso dar su nombre completo y se cubrió el rostro al momento de tomarle una fotografía porque "me da vargüenza aparecer en los medios".
Tímido pero no tanto para hablar a nombre de sus compañeros taxistas. La mayoría, dijo, no son dueños de los taxis, sólo trabajadores que pagan una cuota de 300 pesos diarios al concesionario.
Con este pago y el de la gasolina se gastan a diario casi 700 pesos fijos.
"Antes podía pagarlos y me quedaba lo suficiente para mantener a mi familia, pero desde que entraron los de Uber ha caído mucho el trabajo, ya no sacamos más que para pagar al dueño del taxi y la gasolina, a nosotros nos queda muy poco".
Jorge manifestó comprensión al hecho de que el usuario prefiera a los de Uber porque "es buen servicio pero a nosotros nos afecta".
Desde hace varios meses él y otros taxistas dan el servicio de taxi colectivo porque ponemos a la gente a donde va y solo le cobramos diez pesos, expresó.
Los camiones no cumplen con eso y los choferes son a veces muy groseros, reiteró.
"Apenas así, llevando a cuatro pasajeros por diez pesos cada uno, medio sacamos para sostenernos, si no, nos quedaremos sin sustentos", puntualiza.
