|
La designación de Pedro González Avilés como nuevo titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) fue criticada por los activistas sociales Leticia Burgos Ochos y Rosendo Arrayales Terán quienes coincidieron al cuestionar la cercanía del nuevo ombudsman con el Gobierno del Estado al que ha servido como funcionario como director del sistema penitenciario.
Leticia Burgos, líder de la Red Feminista Sonorense, considera que esta designación a cargo del Congreso local demostró que los diputados locales sólo estuvieron chacoteando cuando decían analizar el perfil de los aspirantes.
Este caso, dijo, pone en evidencia que en Sonora aún no tenemos las instituciones ciudadanizadas por las que tanto se ha luchado, instituciones como la CEDH que cuestan mucho dinero y pertenecen a la sociedad no a los diputados.
"Es muy triste ver que el nuevo presidente de la CEDH tenga el mismo perfil que el anterior, personas muy cercanas a los funcionarios del Gobierno del Estado".
Ahora González tendrá que demostrar de qué lado está, si del Gobierno o de los ciudadanos. Una buena demostración sería que impulsara la demanda social por la aplicación de la Alerta de Violencia de Género, estableció Burgos Ochoa.
"Pero tengo dudas de que González vaya a dignificar a la CEDH", concluyó.
Debe demostrar su capacdad: RA
En términos similares calificó Rosendo Arrayales la designación del nuevo ombudsman sonorense:
"Tiene preparación académica, eso debe reconocerse, pero su trayectoria por el gobierno estatal condicionará su actuación, es muy difícil que no sea así".
Es un funcionario que ha estado a las órdenes del secretario de Gobierno, añadió.
El dirigente de la Organización Ciudadana de Cajeme afirmó que si González quiere marcar una diferencia con el anterior titular de la CEDH, "que fue muy deficiente", debe actuar por oficio antes que esperar a que le lleguen las quejas "como lo hacía Ramírez y ni aún así actuaba".
Arrayales dijo que González deberá demostrar su independencia e imparcialidad como ombudsman atrayendo el caso de los ocho hombres que han sido asesinados por policías estatales por el hecho de portar machetes, "y el último de los asesinados iba acompañado de su hija".
Los asesinan con arma de fuego sin poner en práctica la supuesta habilidad o capacitación que dicen tener como policías profesionales, comentó.
Son asesinatos que podrían evitarse si se procede de manera correcta y legal, sometiendo físicamente al delincuente o si es necesario con un disparo de bala a una parte del cuerpo donde el impacto no sea letal, como un pie, por ejemplo.
Pero a nadie, ni a la CEDH ni a la sociedad parece importarle esta modalidad de pena de muerte, por eso es hora de que el ombudsamn demuestre la capacidad que se le atribuye.
