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"Si el lo hizo, ¿por qué yo no?". Esta es la frase que inspira José Pedro Kumamoto Aguilar, el joven jalisciense que ganó una elección como candidato independiente y ahora es un foco de atracción nacional por su propuesta legislativa para reducir el dinero público que se le otorga a los partidos políticos.
Si Kumamoto lo hizo y lo sigue haciendo, en el territorio nacional surgen cientos de imitadores que exhiben su interés por ser candidatos independientes.
Y el efecto de esta ola podrían resentirlo los partidos políticos que serán desafiados por aquellos de sus miembros más notables que no reciban una candidatura formal dentro de su organización.
El caso más conocido entre nosotros es el del exgobernador Eduardo Bours Castelo y su amigo el exalcalde de Hermosillo Guatimoc Yberri. Pero no son esos los únicos casos.
En el PRI pero también en el PAN, Morena y PRD se verán más figuras ansiosas por ser candidatos(as) a como dé lugar, dentro o fuera de su partido.
El costo de esta tendencia puede ser muy alto para los partidos políticos, que de por sí ya no hayan cómo recuperar aunque sea un poco de credibilidad ciudadana y ahora todos se exhiben como eso, como "ciudadanos".
Para el priismo cajemense el reto es mayor, pues ya parece que empieza a conformarse una fórmula electoral de "independientes" con el referido Eduardo Bours a la cabeza como candidato a senador, y junto a él Abel Murrieta Gutiérrez, el actual diputado quien ya dijo "seré candidato a la alcaldía" .
Por el tono de su categórica afirmación se advierte también la advertencia de buscar la vía independiente si la dirigencia priista no lo hace "su" candidato.
A una planilla electoral con Bours, Yberri y Murrieta sin duda se unirían otros priistas desairados pues en esta fórmula lo que menos haría falta sería el recursos principal de las campañas electorales: el dinero.
Con ese atractivo, sin duda habrá otros muchos en el Estado dispuestos a optar por la vía libre si no son bendecidos con la candidatura que añoran.
Presiones, chantajes o acciones inevitables, como quiera que se califiquen estas advertencias, lo cierto es que el PRI de Sonora está en riesgo de sufrir una honda fractura si la cúpula nacional del partido extiende de nuevo las escrituras del poder total a Manlio Fabio Beltrones.
Es la disyuntiva actual del priismo sonorense: Se extiende el beltronismo otros seis años o "nos vamos por la vía libre".
Que, por supuesto, no será "tan libre" como pudiera parecer.
