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Sólo por el hecho de sacar el agua encharcada en la esquina de las calles Ponciano Arriaga y California, un hombre fue detenido por policías municipales y encerrado en celdas.
Jesús Manuel Martínez Pérez fue contratado por los vecinos para que hiciera esa labor. Él vive, entre otras "chambitas", de hacer mandados o pequeñas labores como ésta y por las cuales recibe un pago o propina.
Cuando los vecinos le pidieron que desalojara el agua ecnharcada, él aceptó gustoso para ganarse unos cuantos pesos pero el gusto le duró poco.
Pronto aparecieron los gendarmes y los subieron a la patrulla "que porque estaba haciendo algo malo", dice él.
Se lo llevaron el domingo por la tarde, lo encerraron en una celda municipal y lo sacaron el lunes en la mañana. "No tenía pa pagar multa, mejor me quedé adentro y hoy salí", dice Jesús Manuel.
Los vecinos que lo contrataron se indignaron por la detención que consideraron injusta pues ellos eran los responsables de esa labor que no es ningún delito.
Sospechan del propietario de un negocio ubicado en la California quien pudo haber sido quien llamó a la policía porque el detenido echaba el agua hacia esa calle.
Mientras tanto Jesús Manuel afirma que espera tener más suerte para la próxima porque quiere trabajar en un taller donde aplicará, dice, lo aprendido en el curso de mecánica automotriz que llevó en el Icatson.
