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Las obras recientes de infraestructura urbana en Cd. Obregón son cada vez más lentas y su calidad es dudosa.
La prueba más evidente es lo que sucedió ahora con el tramo de la calle Tlaxcala entre Allende y Náinari. Apenas hace unos días terminó de "repararse" y tras la primera lluvia presentó hundimientos y cuarteaduras que ameritan no una reparación sino la repavimentación total de ese tramo.
Obras como la repavimentación de algunos tramos de calles citadinas están a cargo de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo urbano del Gobierno del Estado que decide, desde Hermosillo, qué obras habrán de realizarse en Cd. Obregón y quiénes son los contratistas a los que se les adjudicarán las obras.
Asimismo designa a los supervisores externos, escogidos a través de un concurso.
El Atyuntamiento, al parecer, sólo tiene un voto de calidad técnico para sugerir qué obras se debe realizar y participar en la supervisión técnica que, por lo visto, no ha sido muy competente pues no es la primera obra "nueva" en la que se perciben deficiencias.
Por otra parte una obra de gran magnitud, la reconstrucción de la calle Sufragio Efectivo, ahora deberá atrasarse más debido a las lluvias y no se sabe cuándo podrá estar totalmente terminada.
El resultadoes una imagen urbana muy diferente a la que hace años caracterizsó a Cd. Obregón como una de las ciudades más modernas y vistosas por su infraestructura urbana.
