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Corresponde a la autoridad tradicional de la Loma de Bácum decidir si pasa o no el gasoducto por su territorio, "ellos tienen la última palabra", afirmó Juan Matuz Flores, regidor étnico en el Cabildo de Cajeme,
"Somos una nación yaqui pero cada pueblo tiene sus límites, sus linderos, nosotros cooperamos con lo que nos tocaba para que se haga el gasoducto pero luego vino la violencia y eso detuvo la obra", añadió.
Es lamentable que se detenga algo que ya estaba avanzado, dijo Matuz Flores.
Siete pueblos ya están de acuerdo, señaló, "la brecha estaba avanzada y los de la Loma de Bácum no se habían molestado pero se llegó a la violencia y eso detuvo todo".
Ahora cada vez hay más gente de los pueblos yaquis a favor del gasoducto, se está llegando a acuerdos y dentro de poco reiniciará la construcción y no habrá problemas, aseguró.
Por otra parte, Matuz Flores desmintió un comentario publicado en una columna periodística donde se afirmó que él había negado la facultad del gobernador tradicional de Loma de Guamúchil para solicitar refuerzos policiacos que resguardaran el trabajo de la empresa constructora en la zona en conflicto.
