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Un total de mil 932 conductores punibles han detectado agentes del Departamento de Tránsito, durante los 28 Operativos Alcoholímetros realizados desde el pasado mes de abril hasta septiembre del presente año, en Ciudad Obregón.
El objetivo, dicen las autoridades, es evitar y disminuir al máximo los accidentes viales, así como las personas lesionadas o fallecidas por dichas circunstancias.
De igual forma, añaden, se pretende concientizar a la ciudadanía, sobre todo a los jóvenes, sobre el riesgo que es la mezcla de alcohol y el volante.
El costo de la infracción por conducción punible es de cinco mil 113 pesos, sin embargo, al pagar dentro de las primeras 24 hora se aplica el descuento del 50 por ciento.
Pero más allá de argumentos poco convincentes, lo cierto es que el alcoholímetro en ninguna ciudad ha servido para disuadir en forma total a los conductores punibles, y en todas partes es considerado un abuso porque basta con beber una mínima cantidad de bebida con alcohol para resultar positivo y ser obligado a pagar multas exageradamente altas.
Irrita también a la población el carácter selectivo o discriminatorio de los filtros o retenes, porque no se hacen en el exterior de los clubes sociales de abolengo, antros o fiestas particulares a las que asiste la gente de alta posición socioeconómica.
Tampoco operan alrededor de negocios privados como la Expo Obregón (una especie de zona de tolerancia para conductores punibles) y el estadio de beisbol, donde miles de conductores toman una o más cervezas durante el partido.
Dicha tolerancia pone en duda la legitimidad del discurso oficial a favor del alcoholímetro.
Y el agravante que añade un malestar social más es el jugoso negocio que representan los alcoholimetros para los empresarios del servicio de grúas.
Entre el traslado del automóvil confiscado y su estancia en un "corralón" particular, los conductores punibles deben pagar más de mil pesos a las empresas de grúas.
Si el objetivo del alcoholimetro es prevenir accidentes, ¿por qué se insiste en convertir esta acción justiticada en un acto recaudatorio y un negociazo de paticulares, los empresarios del servicio de grúas quienes, por cierto, suelen ser muy generosos con algunos funcionarios.
Durante el pasado mes de septiembre fueron un total de 121 conductores punible, entre ellos 15 mujeres, los que se detectaron en los cuatro Operativos Alcoholímetros llevados a cabo por agentes del Departamento de Tránsito.
Mientras que la noche-madrugada de hoy (sábado) el número de conductores ebrios fue de 30 en total, entre ellos tres mujeres con edades de 18 a 35 años de edad.
El costo de la infracción por conducción punible es de cinco mil 113 pesos, sin embargo, al pagar dentro de las primeras 24 hora se aplica el descuento del 50 por ciento.
