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Más de dos horas esperaron Miguel Ángel y su mamá Raquel para entregarle el modesto arreglo floral a la gobernadora Claudia Pavlovich.
El, de 7 años de edad, y ella, empleada de una farmacia, fueron de los primeros que llegaron al estacionamiento de la Expo donde la Gobernadora habría de entregar los nuevos camiones para transporte urbano.
Como otras cien personas de colonias populares, el decorado indispensable en los actos oficiales, Miguel Ángel y Raquel debieron soportar el fuerte calor de mediodía que calaba hasta los huesos.
Pese a ello el entusiasmo de la madre no disminuyó ni un momento, esperaba con ilusión el momento en que su hijo le entregara el arreglo floral a la Gobernadora.
¿Por qué? "Porque mi hijo simpatiza mucho con la Claudia Pavlovich, no la conoce pero siempre que la ve en la televisión dice que le cae muy bien".
"Y él me pidió venir a entregarle esto" -dice la orgullosa madre.
Pero el niño aclara:
"No es cierto, amá, no empieces, tú me dijiste que trajera esto".
Una hora después la gobernadora llegó, como pudieron Miguel Ángel y su mamá se acercaron a Claudia Pavlovich y le entregaron las flores.
La Gobernadora las recibió con una sonrisa, se las entregó a un asistente y siguió su paso hacia el estrado rodeada de funcionarios, asistentes y periodistas.
A unos metros, Raquel sonreía, orgullosa, mientras Miguel Ángel no ocultaba su fastidio por el calor.
