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El 9 de diciembre de 2014 Patricia Almeyda Quintana, activista indígena de la etnia yaqui y sobreviviente de cáncer, fue vista por última vez cuando se encontraba en una tienda departamental comprando materiales para las clases de artes plásticas que impartía a jóvenes en la Casa de la Cultura en Pótam.
Al salir y mientras esperaba un camión, le hablaron de una camioneta tipo van para preguntarle por una dirección pero al acercarse la subieron frente a una multitud.
Fue drogada, torturada, abusada emocional y físicamente por varios hombres durante 15 días, hasta la madrugada del 25 de diciembre, cuando la dejaron abandonada en medio de un llano atada de pies y manos.
Estaba en pésimas condiciones de salud, pero sobrevivió. En la oscuridad se desató y caminó como pudo, golpeada y descalza hasta llegar a la caseta de cutoa de Fundición.
Se dio cuenta que su foto estaba en carteles donde era descrita como desaparecida, enferma de sus facultades mentales y que era peligrosa; se ofrecían números telefónicos de contactos falsos para reportarla con personas que no eran sus familiares.
Escapó en raites con traileros, se fue lo más lejos que pudo, buscó ayuda con organizaciones con las que ya había trabajado por los derechos de los indígenas en México, pero le cerraron las puertas como efecto de la campaña de desprestigio en su contra.
Abandonó el país y consiguió asilo político en un lugar de América del Sur.
El pasado 18 de mayo estuvo en Hermosillo donde presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
"Busca que se haga justicia con una declaración integral, garantía de no redención y que se limpie su nombre de toda la campaña negra en su contra, respaldamos su determinación, exigimos justicia y protección", manifestaron integrantes de la Red Feminista Sonorense (RFS), y Jamut Boo, integrada por mujeres Yaquis.
Se suman también al pronunciamiento defensoras de derechos humanos de las mujeres en Sonora de la Red Nacional, Marcha de las Putas Sonora, Nosotras Colectiva, Casa del Pueblo, Colectivo Internacional Cautivos por las Letras y las Artes.
Le presentaron la opción de utilizar el mecanismo de la ley de protección de defensores en derechos humanos y periodistas, para que ella pueda regresar, quiere regresar a su pueblo, a Pótam.
