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Para la gente que no padece alergias o asma, la quema de la gavilla del trigo tal vez no pase de ser una molestia menor, como el aire cálido que viene del valle a la ciudad.
Pero para las cientos o miles de personas que sí son alérgicos o asmáticos, esta práctica es un sufrimiento a veces insoportable que los obliga a emigrar o a tomar grandes dosis de medicina.
Y es en estos días, los últimos de abril, cuando se desata este "demonio ambiental" que no habrá de irse hasta dos meses después, a fines de junio, dejando tras de sí un problema de salud pública cada vez mayor y cuyo costo económico aunque es enorme no puede compararse con los estragos que ocasiona en cada una de las personas afectadas.
Organismos civiles, líderes comunitarios, científicos y dependencias pública han pedido, han suplicado que se suspenda la quema de la gavilla. Pero los intereses económicos de un pequeño grupo de agricultores es más fuerte que la presión pública y se continúa, año tras año, con la nefasta práctica.
Ahora el Ayuntamiento de Cajeme solicita a los agricultores que se abstengan y les advierte que de no atender esta sugerencia les impondrá multas hasta de mil pesos por hectárea.
La vigilancia municipal estará, como debe ser, a cargo de la Dirección de Gestión Ambiental para el Desarrollo Sustentable, un nombre demasiado largo y rimbombante para una dependencia que hasta ahora no servido para gran cosa.
La necesidad que tiene el Gobierno Municipal de ganar apoyo ciudadano con decisiones que no cuestan dinero, podría impulsarlo a detener, ahora sí, la quema de la gavilla.
Pronto sabremos si puede con el paquete. Por lo pronto el director de Gestión Ambiental, Heliodoro Encinas Navarro, invita a la ciudadanía a denunciar esta práctica al teléfono 413-13-24, de 08:00 a 15:00 horas y al 072 las 24 horas del día.
Pero la primera columna de humo que aparezca en el horizonte del valle y sea visible desde la ciudad, dejará vulnerables a los alérgicos y a los asmáticos que sólo podrán encomendarse a Dios, porque en estas tierras se hace la voluntad de unos cuantos.
